Y contrólate.

165 7 1
                                    

¿Que Raúl se iba? ¿Qué? 

-Ah..eh..¿No te lo había dicho? 

No podía hablar, no me salía. Tampoco quería ir a clase, no quería hacer nada más que olvidar eso último. Y rezar por que no fuera verdad. 

Salí corriendo, salí del instituto sin saber a donde ir. Solo quería desaparecer por unos momentos. Quería borrar esos últimos días. Me sentía culpable, muy culpable al pensar que ha sido culpa mía que Carlos y Marta hayan cortado. ¿Y si Hugo no se hubiera quedado aquí? Ellos dos habrían seguido como si nada... 

De repente, todo ese sentimiento de culpabilidad desapareció. Pero apareció otro peor. ¿Y si de verdad se iba? No podía irse. No podía dejarme sola ahora. 

Me quedé ahí, en el suelo, pensando en todo eso. Pero sin soltar una sola lágrimas. No estaba triste, solo enfadada y decepcionada..¿Por qué no me lo había dicho? 

Miré mi reloj, ya eran casi las dos, asique me levanté y caminé hacía casa. Sin prisa. 

Llegué cuando llegaba todos los días más o menos, asique no se canteaba que hubiera perdido tres clases. Por suerte, no me encontré a Carlos y a Raúl. ¿Carlos le habrá contado que me lo ha dicho?

No comí nada. No tenía nada de hambre. Asique pasé la tarde en mi habitación haciendo nada, hasta la hora de entrenar. Cogí algo de comer y salí de casa cinco minutos antes para que Raúl no viniera a buscarme. 

Descargué todo lo que sentía en el campo. El balón era mi forma de desahogarme. Algunos tienen la música, otros bailan, yo..tengo al grandioso y maravilloso fútbol. Tras un entrenamiendo de lo más genial, recogí las cosas y salí. Pero ahí estaba él, con su maravillosa y odiosa sonrisa. Continué mi camino, intentando no hacerle ningún caso, pero me cogió del brazo para ponerme frente a él.

-¿Qué te pasa? - ¿En serio Carlos no se lo había dicho?

-No sé. Tú sabrás. - Sonaba muy rollo Twitter con la típica frase de las mujeres cuando se enfadan, pero no me salió otra cosa.

-No, no lo sé.

-¿No tenías pensado decirme que te ibas? - Medio grité enfadada. Raúl miró al suelo y se quedó así un rato. Eso lo confirmó..no podía ser verdad...

-Sandra yo..

-¿Tú qué? Tú no puedes dejarme ahora aquí sola. ¡Y encima no me dijiste nada! ¿Desde cuando lo sabes? ¿Eh? ¡Dime! 

-¿Me dejas que te explique?-Asentí. - Mi madre ha salido de la cárcel. Quiere que me vaya con ella cuando acabe el curso..me lo dijeron hace un par de días. 

-¿Y te irás? ¿Y no te importa dejar aquí a Carlos, Angel, Marta..? ¿No te importa dejar aquí todo eso? ¿No te importa dejarme a mi? ¿Yo no te importo? - Intenté gritar, pero un nudo en la garganta hizo que pareciera más un susurro.

-Aún no sé que haré...Pero claro que me importas, joder, y mucho. - No aguanté más, mis ojos empezaron a desbordarse y me lancé a sus brazos. Solo la idea de perderle me... me daba pánico.

-Me dijiste que siempre estarías a mi lado..-Susurré en su pecho.

-Y aunque no este aquí físicamente, siempre lo estaré..- Continué ahí, empapando su camisa en lágrimas. No podía imaginarme ahora sin él. 

-¿Dónde irías?

Suspiró - A Galicia.. - ¿Qué? ¿A Galicia? Volví a caer en un mar de lágrimas pensando en que quedaban cinco meses para que se fuera para siempre.. 170 días aproximadamente.. - Hey, pero que en cuanto pueda volveré a por ti. - Dijo levantando mi cara con su mano para mirar mis llorosos y rojos ojos.

-¡Te quiero! - Grite justo antes de lanzarme a sus deliciosos labios. Seguía sin creerme que esto fuera real..

-Te quiero más. - Dijo con una sonrisa aún sobre mis labios.

-¿Como podré sobrevivir sin esto..? Es peor que una puta droga. Ahora que me acostumbrado a ti, a tus sonrisas, a tus besos, a tus bromas, a tus sorpresas, a tus enfados, a tu risa.. no puedes alejarte.

-Aun no me he ido ¿no? Además, sigue sin ser seguro que me vaya.

- Te secuestrare, así no podrás irte. - Bromee intentando animarnos. Él rió y volvió a besarme. Dios. Su risa, sus labios, sus besos.. No podría vivir sin ello.  Pero no, Sandra, aun quedan unos meses para disfrutar cada día de su maravillosa sonrisa, asique deja de pensar que se acabará.

Nos fuimos los dos hacía casa, conseguí calmar un poco ese mar de lágrimas en el que me acababa de hundir y tras un largo y bonito beso que no quería que terminara jamás, entre a mi casa. 

**

Pasaron los días, Marta se iba cada fin de semana a ver a mi primo y Raúl y yo nos prometimos no sacar el tema de que alomejor se marchaba, ya que eso solo nos deprimía a los dos. Aunque intentar no pensar en eso era bastante díficil, la verdad. 

Quedaba un día para San Valentín, ese día que se supone que es tan bonito porque se demuestra el amor que no se demuestra durante los otros 364 días del año. Pero era realmente importante porque yo tenía partido. Jugábamos contra las que iban primeras, y si ganábamos las adelantábamos ya que estábamos a dos puntos. Y lo mejor, es el equipo que me lesionó. 

Quedé con Raúl para ir al campo, Marta no venía ya que había ido a pasar el día con Hugo, genial. Yo iba con una energía y unas ganas de venganza increíbles, aunque Raúl se reía al verme así. 

Llegamos al campo, ya había mucha gente en las gradas. Mis compañeras estaban en el vestuario cambiándose y las rivales, supongo que igual. Me giré para despedirme de Raúl y vi que llegaba una chica del otro equipo.

-Hoy no te lesiones. -Rió cuando pasaba por mi lado. Es la zorra que me hizo estar tres semanas de baja. La cara de 'te mataré, pequeña hija de puta' hizo que Raúl me sujetara del brazo ya que si no lo hacía iba a lanzarme sobre su cara para romperle todos y cada uno de sus dientes.

-Demuestra lo que vales. - Dijo mirándome a los ojos. -Y contrólate, no quiero que te expulsen. -Rió. Yo sonreí, le di un beso y fui al vestuario a encontrarme con las demás, ya que como llegaba tarde ya llevaba puesta la equipación. 

Empezó el partido, sacamos nosotras asique teníamos la posesión y nada más empezar subimos hacía la portería contraria y gracias al pase de Laura marqué el primero que le dediqué a la simpática defensa que me rompió el tobillo.

Descanso. 1-1 en el marcador. Al parecer había habido un "penalti" y nos habían empatado. Rafa nos dió un discurso de esos suyos y salimos al campo con muchas más ganas.

La segunda parte fue aún mas intensa, el gol no llegaba y estaba empezando a desesperarme. Un par de faltas a nuestro favor, eran unas bestias, no hacían más que meter la pierna. 

Peeeeero, a falta de 3 minutos para el final, un pase largo de Andrea hasta el centro del campo hizo que Elena cogiera el balón y continuara la jugada, regateando a todas las rivales hasta quedarse frente a la portera y chutó y ¡Goooooool! Salimos las 10 a abrazarla, había echo una jugada perfecta . Solo quedaban 2 minutos, nos teníamos que límitar a defender. Y eso hicimos, acabó el partido y nos pusimos todas a saltar como si hubieramos ganado la liga aunque solo fuera un partido. 

Tras unos minutos de celebración, salí corriendo a abrazar a Raúl. Estaba sudando, pero me importo bastante poco. Me lancé a darle un beso y un abrazo.

-Perdona. Quiero hablar contigo. -Dijo un seño alto, con bigote y con traje detrás de mi. 

________________________

Quedan 4 capitulos para el final.

Love TrophyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora