Love Trophy

Te he elegido a ti.

Me despertó la alarma del móvil. Eran las 7:30 . Tarde unos 10 minutos en poder abrir los ojos y levantarme de la cama. Me vestí y baje a desayunar algo. Prepare mi mochila y salí de casa. Todavía no era ni de día..no se podía madrugar tanto.. Fui a buscar a Marta y fuimos a clase. Por suerte, había aprobado las que suspendió y no ha repetido. Aunque no fuéramos a la misma clase.

Llegamos al instituto y pedí mi horario. Tenia Lengua a primera hora. Matame. Entre a clase y me senté al final del todo. Había una silla vacía al lado, estaba reservada para Raúl.

-¿Esta libre este asiento? -Pregunto un chico.

-No.-Respondí mirando por la ventana.

Se sentaron todos y dejaron ese sitio libre, ya que siempre les echaba. Se presentaron los profesores y tras tres largas horas de extremo aburrimiento, fuimos a comer algo a media mañana. Por fin el recreo.

Fui a la cafetería y me compre una palmera de chocolate. Me senté en una mesa que estaba vacía y empecé a comer. Vinieron todos los chicos y Marta. Estaban todos hablando,pero yo seguía callada. No quería hablar si no era con Raúl.

Pasaron las otras tres clases igual de aburridas. Llegue a casa,comi y fui de nuevo a verle.

-Pues..vamos con Manu y Angel a clase ¿Sabes? Y te he dejado un asiento a mi lado. Y lo ocuparás pronto, ¿vale?

Yo hablaba con el, le contaba todo aunque el siguiera sin enterarse de nada. Y así día tras día. Pasaba las semanas y no había novedad. Yo aun tenia la esperanza de que despertaría en seguida, de que mañana ya estaría conmigo.

Estaba en clase de Latin, mirando por la ventana sin enterarme de nada, cuando me llamo la profesora. Había alguien en la puerta que quería hablar conmigo.

Era Carlos. -Han llamado del hospital, esta consciente.-Grito. Yo no dije nada, solo salí corriendo detrás de él. Teníamos que ir ya a verle.

Llegamos al hospital y estaban en la habitación sus tíos. Entre y le vi, vi que tenia sus preciosos ojos marrones abiertos.

Empece a llorar de alegría y corrí junto a él.

-San.-Sonrió.¡Cómo había echado de menos su sonrisa!

-¡Raúl! ¡Cuanto me alegro de que estés bien! -Dije aun con lágrimas en las mejillas.

-Tendrá que quedarse aquí un par de días más para ver si va bien del todo o no. -Dijo un médico y sus tíos salieron con el. Carlos y yo nos quedamos con el.

-¿Qué ha pasado? -Pregunto.

-Tuvisteis un accidente y bueno..Estamos a 19 de Septiembre.

-Espera..¿llevo un mes inconsciente? -Carlos asintió. -¿Y como que un accidente? ¿Tu estas bien? -Dijo refiriéndose a mi.

-Yo estoy bien, tranquilo. Lo importante es que tú te recuperes del todo ¿vale? -Dije acariciandole la mejilla.

Él sonrió y le devolví el gesto. Era la primera vez que sonreía de verdad en un mes. Una enfermera nos dijo que nos fueramos, que deberíamos dejarle descansar. Acababa de acabar el horario del instituto asique quedamos con todos y les dijimos la buena noticia.

Al día siguiente fuimos todos a verle, y nos dijeron que al día siguiente por la tarde le darían el alta. Eso me indigno, había estado un mes en coma para que en dos días le dieran el alta, pero decían que estaba bien y que no había problema.

Cuando le dieron el alta le acompañe a casa, aunque me decía que podía ir solo perfectamente.

-No te voy a dejar solo ¿entiendes?

Supe que lo entendía cuando me beso. Esto también lo echaba de menos..y mucho.

Subimos a su cuarto y le hice dormir. Le dije a su tía que si pasaba cualquier cosa me llamara.

Al día siguiente, me vino a buscar para ir al instituto. Entramos y todo el mundo le miraba. Sobre todo chicas, lo que despertaba mis celos. Le acompañe a clase y le dije cual es su asiento.

-Yo soy Desi. -Vino una chica a presentarse. Alta, morena, con unas grandes tetas.

-Raúl. -Sonrió.

-Sé lo que te ha pasado y..si necesitas algo, aquí estoy. -Dijo agachandose.

Raúl le dio las gracias y ella se fue. Yo la miraba con cara de odio desde mi asiento.

-No estés celosa. -Susurró ya que la profesora acababa de entrar. Le dio la bienvenida y empezó a dar la clase.

Todo el día fue igual. Cada dos por tres se acercaba una nueva para hablar con él.

Cuando acabo el dia, me fui lo más rápido que pude a casa . Tenia unas ganas inmensas de llorar. Todas estaban tan buenas y eran tan guapas. y yo..yo..Dios, no podía ni pensar en que Raúl se fuera con cualquiera de ellas. Sabía que Raúl había tenido sus historias, que todas eran guapísimas y todas esas cosas. Carlos se lo contaba a Marta y bueno, ella a mi.

Las lágrimas empezaron a caer cuando oí que me llamaba.

-¿Qué quieres? -Dije sin darme la vuelta.

-¿Qué cojones te pasa? - Pero no conteste, ni le mire , ni me di la vuelta. Él se puso delante de mi y me levanto la cara. -Ey ¿porque lloras?

-¿No te quieres ir con cualquiera de esas perras del instituto?

-¿Perdón?

-Eso. Podrías irte con cualquiera de ellas. Están todas buenísimas y son todas modelos y me dan cien mil vueltas.

-¿Eso que oigo es inseguridad? Yo te prefiero a ti porque eres diferente a todas ellas.

-Pero ¿y si aparece otra chica que sea diferente y sea mucho mejor?

-Pero yo te he elegido a ti . Porque nadie más hará que deje de enfadarme cuando pierdo un partido como lo haces tú. Porque con tu parte romantica, tus maneras de demostrar cariño, tu miedo a lo que no habías echo nunca y todas esas cosas, me han echo elegirte a ti. Y me da igual que te den mil vueltas o lo que tú quieras pensar,porque seguiré eligiendote a ti aunque se presente aquí miss universo.

Sigo sin creerme que esto este pasando. ¿Cómo iba a estar yo con una persona tan increíble? Todo esto es un sueño. Pero mientras dure el sueño, habrá que disfrutarlo.

Asique le abrace , le besé y le volví a besar.

-Eres increíble. ¿Sabias?

-Algo me han comentado. -Yo reí. Que idiota..Pero eh, era mi idiota.

Nos fuimos cada uno a nuestra casa,yo hoy tenia entrenamiento.

Comi y vino a buscarme a las 5:45 como siempre.

-Creo que deberías guardar más reposo..

-¡Sí estoy perfectamente! -Y empezó a saltar.

-Cómo te hagas daño , yo te haré aun más.

-Qué mona estas cuando te preocupas por mi..- Dijo abrazándome por detrás.

-Eres idiota. -Reí. Llegamos al campo, él se fue las gradas y yo empecé a entrenar. 

Tras una hora y media entrenando, me cambié y salí. La vuelta a casa también fue maravillosa. Hasta que vino él.

-Sandra, llevó un mes intentando hablar contigo.