Primera Lección

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____ POV

Me levanté temprano y extrañamente de buen humor. Un nuevo día me saludaba y yo a pesar de las circunstancias, lo recibía con los brazos abiertos y con una muy buena actitud. Esa noche, mis sueños habían sido no solo placenteros, sino también cálidos y felices, y a pesar de no poder recordarlos, esa dulce sensación aún permanecía en mi pecho.

Comencé a vestirme rápidamente, escogiendo algunas de las tantas prendas negras de mi guardarropa y salí apresurada al cuarto de entrenamiento. Quería aprovechar para descargar un poco de mi energía para antes de que Ben llegara.

Entré a la gran sala y comencé a preparar algunas cosas: un maniquí de madera que servía de sujeto de pruebas, algunas espadas de madera y unas colchonetas en el piso. Recorrí de nuevo el lugar para ver si había otros aditamentos disponibles y ,entre algunos cajones, pude encontrar un chaleco con pesas. Lo ajusté a mi cuerpo y pude sentir la sensación de pesadez que sentía al estar en la caverna sola y sin fuerza, y fue justo esa sensación la que me hizo querer usarlo, pues gracias a mí entrenamiento en ese lugar, había dominado más aún mis habilidades.

En cuestión de segundos todo quedó listo y yo comencé a practicar. Sostuve la espada con firmeza y comencé a golpear al muñeco en repetidas ocasiones, cuidando siempre mi respiración, ritmo, concentración y fuerza.

-Veo que hoy has empezado sin mí- La voz de Ben me distrajo de mi práctica. Al verlo mi cuerpo se tensó y mi mirada viajó hasta el piso. No quería volver a entrenar con él, no quería lastimarlo...

-¿Empezamos ya?- A pesar de mi claro decaimiento, él intentaba animarme a entrenar. Yo suspiré y solo asentí

Pasaron las horas y yo volvía a ser arrojada al piso por Ben; mi espalda había golpeado una de las colchonetas al caer, haciendo que el impacto fuera casi imperceptible. Apreté los ojos y me levanté con desgana. Ben arremetió a gran velocidad contra mí y yo solo cerré los ojos, esperando recibir otro gran choque, pero éste nunca llegó. En su lugar solo pude sentir un ligero golpe en la nariz que me hizo abrir los ojos al instante

-¿Crees que no me doy cuenta? Te estás conteniendo. Me estás dejando ganar- Miré el rostro agotado de Ben y mi mirada viajó al suelo de nuevo.- Si el Maestro se entera él...

-No quiero hacerte daño Ben...- Una pequeña voz salió de mi garganta, tan débil que por un momento creí que había sido inaudible, aunque sorpresivamente él pareció escucharme.

La habitación permaneció en silencio por unos segundos interminables en los que solamente nos veíamos a los ojos; finalmente Ben se acercó a mí y tomó mi mano. En ese momento un gran escalofrío recorrió enteramente mi espalda y mi corazón dio un vuelco. Los profundos ojos marrones de Ben me miraban con pena mientras que su temblorosa mano me otorgaba en un cálido apretón todo lo que sus labios no podían comunicarme.

-Ben, sé que tú no...- Comencé a decir suavemente pero el simplemente se apresuró a interrumpirme envolviéndome en un tierno abrazo. Sus manos se amoldaron a mi cintura mientras mis manos instintivamente viajaron hasta su espalda. Ambos suspiramos y por un momento nuestras mentes pudieron conectarse de nuevo.

Los dos nos miramos fijamente dándonos cuenta de que el vínculo parecía existir nuevamente de una manera equitativa. Me volví a perder en su mirada y de manera automática mis manos viajaron suavemente hasta su pecho. Él parecía estudiar delicadamente todos mis movimientos, y su mente simplemente me transmitía la sensación placentera que él sentía cuando mis manos recorrían su cuerpo.

Él colocó una de sus manos en mi mejilla mientras la otra permanecía firme en mi cintura. Su respiración era entre cortada y en un delicado movimiento se aseguró de reafirmar la cercanía de nuestros cuerpos, haciendo que por un momento me quedara sin aire. La sensación me hizo entre abrir los labios y sentir una impresión caliente creciendo en mi estómago, y al parecer Ben también pudo sentirla.

La Profecía de la Fuerza (KyloRenxReader) (HuxxReader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora