Lok

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Desperté en una enfermería desconocida. El lugar estaba muy limpio y parecía estar solo. Miré mi ropa y pude comprobar que me habían cambiado a una muda limpia. Suspiré y me levanté de la cama, posando mis pies en el frío metálico del suelo. En ese momento me sobresaltó el sonido de la compuerta. Leia entró a la sala y me dedicó una mirada de asombro.

-Pequeña, ¿Te encuentras bien?, No deberías levantarte de esa manera...- La miré a los ojos y suspiré

-¿Cuánto tiempo he estado aquí?- Ella me miró con tristeza y agachó la mirada.

-Has estado inconsciente cuatro días enteros, me tenías muy preocupada- Leia acarició mi mejilla y yo solo la miré, seria

-Madre, ¿Es verdad?- Leia me miró profundamente a los ojos angustiada - ¿Ben ha m-muerto?- Dije con dificultad, sintiendo una especie de escozor en la garganta al pronunciar dichas palabras- Leia apartó la vista de mis ojos.

-No sabemos nada de él-Yo me sentí débil de nuevo pero esta vez no pude llorar, ya no podía.

-¿El tío Luke ha...?- Leia no me dejó continuar

-Creemos que ha escapado pero todos nuestros intentos por localizarlo han sido en vano.- Yo cerré fuertemente los ojos queriendo que las palabras que me había dicho la siniestra voz hubieran sido mentira, pero a cada momento podía ver que todo era demasiado real.

-Las cosas mi niña se han puesto difíciles. La República no confía en mí debido a la información que les han dado, y a pesar de todas mis advertencias sobre la existencia de un nuevo régimen que quiere seguir los pasos del antiguo Imperio, han decidido no tomar cartas en el asunto y ahora ya es demasiado tarde. Un grupo llamado la "Primera Orden" ha empezado revueltas militarizadas en la capital, muchas personas han muerto y... nosotros- Dijo señalando sus alrededores- Somos los pocos que hemos impuesto resistencia... -Leia intentaba conferirme toda la fuerza y seguridad que ella poseía, pero yo solo podía seguir pensando en el dolor.

-Leia, quiero que le hagas saber a Han que lo amo. Dile a Threepio que a pesar de no recordarme mucho yo sí lo recuerdo y lo quiero bastante; si han encontrado a Artoo por favor háganle saber qué es mi astrodroide favorito; díganle a Chewie que es el mejor copiloto que la galaxia ha conocido, y en cuanto a ti, creo que no pude haber encontrado a una mejor madre- Los ojos de Leia comenzaron a nublarse y gruesas lágrimas rodaron por sus mejillas

-No me dejes tú también- Musitó en una voz que rompió mi corazón

-Tengo que hacerlo Leia, toda la gente que me importa parece terminar muriendo y yo simplemente no puedo permitirlo... Necesito tiempo para estar sola, las cosas no están siendo fáciles para mí, y sé que para ti tampoco- Hice una pausa y tomé su mano- Sé que soy la peor hija del mundo al pensar en dejarte en una situación así, pero te quiero demasiado para permitir que sufras la misma suerte que los demás- Las pocas lágrimas que me quedaban resbalaban indiscriminadamente por mis mejillas mientras mi madre, una de las personas más fuertes de la galaxia, se desmoronaba frente a mi.

-Te dejaré ir solo porque sé que alejada de todo esto estarás mejor, pero cuando el caos acabe vendrás conmigo te guste o no- Yo la abracé fuertemente. La despedida siempre me dolía, pero sabía que estaba haciendo lo correcto.

Leia, acompañada de poca tripulación, emprendió un viaje a un planeta alejado de casi todo para poder dejarme a salvo. Al introducir las coordenadas pude saber en ese instante a donde nos dirigíamos... Tatooine

-Conoces bien el planeta, conoces bien a su gente. Ya no está liderado por los Hutt y no es un lugar del que necesiten algo en especial... Incluso tenemos algunos conocidos en los alrededores...- Leia pretendía compartirme su optimismo, pero nada de lo que ella decía podía apartar mi mente de los acontecimientos recientes. Finalmente ella bajó conmigo de la nave y me entregó una bolsa con una gran cantidad de dinero. Yo la miré extrañada y ella me sonrió

La Profecía de la Fuerza (KyloRenxReader) (HuxxReader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora