Un Amor Del Carajo Ⓓ [COMPLETA]

Capítulo 1.

¿Llamarás cuando vuelvas a la escuela?
Recuerdo pensar que te tenía
Pero puedo vernos perdidos en el recuerdo
Agosto se convirtió en un momento en el tiempo
Porque nunca fue mío
Y puedo vernos retorciéndonos en sábanas
Agosto se acabó como una botella de vino
Porque nunca fuiste mío

Taylor Swift - August

1 | Agosto.

Mi primera vez fue con él.

Siempre creí que sería la cosa más excitante que podría haber en el mundo. Una larga fantasía de placer que estaría llena de palabras bonitas y el sentimiento de seguridad. Pero no fue así.

Supongo que no me advirtieron lo incómodo que sería. El dolor, el silencio, su preciosidad. Creo que hasta me dio un calambre. No fue una experiencia satisfactoria. Tampoco la disfruté. Pregunta sería de este inexperto: ¿es normal que dure un minuto?

Seamos sinceros, el pendejo fui yo por creerle cuando dijo "lo juro, es la primera vez que me pasa".

Solo fue que dije que era grandioso porque era con él. Nunca me lo había imaginado. Siempre creí que él sería inalcanzable y que nunca llegaría a formarse algo entre los dos. Es que era tan guapo que me dolía el pito cada mirada. Creo que desde ahí debí ser consciente del error en el que estaba a punto de meterme.

Sí, ya lo sé, fue mi culpa por haberlo puesto en un pedestal, pero qué le puedes decir a un hombre como él. Debí darme tres cachetadas para verlo por lo que era.

Pero, ¿quién era ese hijo de su pinche... bueno, con su madre no me voy a meter... quién era el impotente, mal hombre, desagradecido ese?

Mi mejor amigo.

Nos hicimos amigos muy rápido cuando él entró al equipo de voleibol del colegio, en el mismo que yo estaba. Compartimos el mismo salón, entrenábamos juntos; era normal que nos lleváramos bien. La confianza comenzó de a poco, él me contaba de sus novias "dementes y obsesionadas", y yo me pasaba el tiempo haciendo chistes acerca de eso.

Pronto me hice amigo de su círculo de amigos. Y, si soy sincero, me la pasé bien con ellos. Lo sé, les he fallado, mis hormonas homosexuales no pudieron resistirse a un grupo de pendejos hombres.

Su juego favorito era darle la nalgada más fuerte al que estuviera más desprevenido y él me la tenía fichada a mí.

Pero nuestro romance secreto no comenzó sino hasta el inicio del verano. Esa noche él se enteró de mi sexualidad. No sé cómo no se dio cuenta si mi pluma estuvo siempre presente. Fue una noche loca, improvisada, pero que se quedó grabada en mi mente.

Cada vello de mi cuerpo se puso de punta. A pesar de que el verano había llegado, no estábamos exentos a una fuerte lluvia. Vi como las gotas golpeaban la ventana mientras lo hacíamos. Al estar enredados en sus sabanas, nada me importaba más que ser deseado por él.