Capítulo 3.

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Cuando sales por la puerta y me dejas desgarrado
Me estás enseñando a vivir sin ello

Estoy solo en casa, tú estás Dios sabe dónde, 
Espero que no creas que esta mierda es justa

Dándote todo lo que quieres y más
Dándote cada pedazo de mí
No quiero un amor por el que no puedo pagar
Solo quiero que me ames gratis

Billie Eilish - Bored

3 | El estúpido vecino

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3 | El estúpido vecino.

El finalizar las clases, Celeste y yo nos sentamos en las gradas de la cacha de futbol para ponernos al día de muchas cosas. Sofía se había ido con su novio.

—El regalo que te había prometido —dijo Celeste al pasarme una pequeñita bolsa de tul azul—. Lo miré y pensé que era perfecto para ti. Es de plata.

Antes de siquiera abrir la bolsita, aunque ya vi que se trataba de una cadena, me lancé y le di un gran abrazo. Ella también me lo devolvió. La verdad es que Celeste siempre demostraba su cariño con pequeños detalles. En mi cumpleaños me regaló unos converse negros que tanto había querido.

—La verdad es que no debías hacerlo.

Ella se encargó de ponérmelo. Me dijo que no me preocupara, que tenía que aceptarlo sí o sí porque era imposible regresarlo a la tienda.

—Yo también ahorré y te compré algo. —Saqué un pequeño llavero del Pokémon favorito de ella que encontré en la feria que fui con Julián—. No es mucho, pero...

—Es Eevee, muchas gracias.

Lo puso en el cierre de su bolso y lo miró con una sonrisa. Ya sabía que eso era una cosa minúscula comparado con lo que ella me dio; pero, si eso le parecía a ella, nunca me decía. Nunca me hacía sentir mal.

No es que con Sofía no me la lleve bien, solo que me daba más pena porque ella, la última vez que jugamos al amigo secreto en el salón, terminó decepcionada porque le habían dado unos chocolates y un broche de imitación. Pero la comprendía, ella venía de un mundo de privilegios y de cosas de marcas costosas.

—¿Qué pasó con el chico del que estabas enamorada? —Me atreví a preguntar—. ¿Ya lo olvidaste?

Ella soltó un suspiro antes de contestar.

—No, mira que lo intento. Sé que no debería pensar en él porque fui yo la que confundí los sentimientos. Él ni siquiera se me miraba como yo lo hacía. Pero me duele la cuca de tanto pensarlo.

Solté una carcajada y ella también.

—Estabas súper colocada por él.

—Ya lo sé. Mira que, cuando creí que ya lo había olvidado, él me escribió y se portó todo lindo. Me invitó a salir.

Un Amor Del Carajo Ⓓ [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora