Capítulo 32.

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¿Cómo llegamos tan lejos?

¿Lo descubrimos hace mucho tiempo?
¿Eso es mucho? No queremos saberlo
Quisiera que fuera fácil, pero no lo es

Oh, podríamos arruinar algo bueno

Daisy Jones & The Six - Look at us now (Honeycomb)

Daisy Jones & The Six - Look at us now (Honeycomb)

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32 | La fiesta.

Para ir a la fiesta de inicio de año escolar en la casa de Sofía, tuve que portarme como un angelito toda la semana. Aunque le decía a mamá que estaba con Abel, muchas de esas veces me encontraba en el trabajo. Habían sucedido cosas muy buenas en esas dos semanas.

Los padres de Rossana, mis jefes, les habían contado a sus amigos de mi servicio y comenzaron a llamarme. Cada día lograba hacer más dinero y eso me daba ánimos para continuar. Dios, con la llegada de navidad, los gastos fueron hasta la cima.

Recuerdo que esa navidad le di a mi hermanita un libro de colorear de princesas y ella lo amó con todo el corazón. Aún me pone feliz al regresar a esa sonrisa en su rostro.

Fue la primera vez que recibía el año nuevo en pareja y fue lindo. O sea, estaba en casa de mi tía, había invitado a algunos amigos suyos. Así que los merengues estallaban los parlantes y todo el mundo se divertía. Pero, al hacer la cuenta regresiva, solo deseé tener más momentos así en mi vida. Creo que, a pesar de todo el montón de cosas que me habían sucedido, estaba teniendo un mejor estado de ánimo. Y eso era lo único que pedía.

Abracé a mi mamá, mi tía y mi hermana y salí a toda prisa hasta la casa de Abel. Nos encontramos en su puerta, él estaba por ir a buscarme. Nos miramos, nos reímos y nos besamos. Todo el mundo celebraba y yo solo quería quedarme a su lado para siempre.

Así que, ahí estaba yo, poniéndome lindo para ir a la fiesta de inicio de clases. Abel dijo que llegaría a mi casa y, después, pediríamos un carro para llegar a la casa de Sofía.

—¿Va a ir Abel a la fiesta? —preguntó mi hermana mientras daba vueltas a mi alrededor. Nunca podía quedarse quieta.

—Sí, en un rato va a venir.

—¿Por qué no me llevas? Quiero ir, quiero ir, quiero ir. —Me jalaba de la chaqueta y hacía esa carita de cachorro.

—No puedo llevarte.

—¿Por qué no?

—Porque solo van niños grandes. Te aburrirías en un segundo. —Ella volteó la cabeza, sin comprender. Seguro que habría alcohol, música fuerte y juegos tontos. Mi hermana era muy menor para ello—. No va a ir ninguno de tus amigos.

—Pero va a estar Abel. Seguro que me la paso bien con él. Podemos jugar a las escondidas o al congelado o a ser princesas, a él le gusta jugar a eso.

—No, porque Abel va a estar con sus amigos. Ellos suelen hablar de cosas de voleibol y todo eso. —Terminaba de acomodarme las cejas con la depiladora—. Cosas aburridas.

Un Amor Del Carajo Ⓓ [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora