Y ahora voy de aquí para allá
Deseando que estuvieras frente a mi puerta
Y que al abrirla me digas:
"Oye, fue encantador conocerte"Por favor, no te enamores de nadie más
Por favor, no tengas a nadie esperando por tiTaylor Swift - Enchanted
15 | Cita para tres.
Mi mamá creció en una familia religiosa. Mi abuelo trabajaba para el papá de mi abuela y ahí fue donde se conocieron. Ni siquiera sé hubo amor entre ambos, estoy seguro que él solo quería pasarla bien y ella se dejó llevar. El embarazo de su primer hija los obligó a casarse.
Tuvieron cuatro hijas, entre ella estaba mi mamá y, como mi abuela no quería que le pasara lo mismo que a ella, decidió cuidarlas para que ningún hombre pudiera arruinarles la vida. Ese tipo de protección en el que no las dejaba salir a la calle a menos que fuera lo necesario, en las fiestas del pueblo las encerraba para que no cayeran en la tentación, y los días de misa, tenían que vestir lo más tapado posible.
Creo que mi abuela las encerró en un mundo tan lleno de restricciones que ellas, al primer vistazo de libertad, aprovecharon para hacer todo lo que no podían. Así fue como la historia se repitió y mi mamá terminó embarazada de mi hermana y obligada a casarse a los diecisiete con un hombre ocho años mayor que ella.
Mi mamá dijo que no quería que mi hermana pasara por lo mismo que ella. Así que la dejó salir de fiesta, la dejó vestirse como quisiera y juntarse con las personas que conociera. Tal vez mi mamá no quiso poner limites por miedo a que su hija cometiera una locura. Y mi papá era un borracho que decía que el cuidado de los hijos debía ser de la mujer, así que todo lo que mi mamá hacía estaba bien.
Creo que, cuando quisieron ponerle un alto a mi hermana, ya era muy tarde. Ya había caído en un romance maligno que la indujo al mundo del alcohol.
Por eso, mi mamá quiso ponerme restricciones, creo. Quería cambiar el sentido de la historia. Pero la historia ya se había dado, con Julián, solo que no pude quedar embarazado. Me había metido con el primero que me hizo sentir un poquito de libertad que en casa mi madre me empezó a quitar.
—¿Puedo salir este sábado? —le pregunté apoyado en la puerta de su habitación. Ella estaba con las piernas cruzadas en la cama mientras hacía algo en la computadora. Seguro que buscaba una de esas novelas turcas de mil capítulos para comenzar a verse.
Mirar su habitación era ver espacios vacíos en todos lados. Era como si se hubiera desecho de las cosas de papá, pero aún guardara sus espacios con miedo a llenarlos de nuevo.
—No, no puedes salir, necesito que cuides a Susi. Tengo que salir por unas cosas del trabajo. —Ni siquiera levantó la mirada de la computadora. Yo me senté a su lado y comencé a hacer pucheros.
No es que me diera mucha ilusión salir con Abel. O sea, no necesitaba verlo a él y a su estúpida sonrisa. Podía verla el lunes y eso estaría bien. Pero quería salir de la rutina de mis sábados en casa. Solo quería divertirme y Abel me sacaba risas más profundas que nadie.
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Un Amor Del Carajo Ⓓ [COMPLETA]
RomanceTal vez la cosa más difícil no fue hacer la apuesta, sino enamorar al idiota que tanto odiaba. 🍂 🍂 🍂 𝖀𝖓 𝖆𝖒𝖔𝖗 𝖉𝖊𝖑 𝖈𝖆𝖗𝖆𝖏𝖔 En un pueblo de Colombia, la casa de Camilo ha sido test...