Un Amor Del Carajo Ⓓ [COMPLETA]

Capítulo 35. (+18)

Te voy a dar algunas instrucciones
No tengas miedo de intentarlas
Quiero que lo toques suavemente
Como lo haces con mi mente

Ariana Grande - my hair

35 | Todo queda en su habitación.

Me di cuenta de que no nos saltarían de manera fácil. Yo escuchaba como decían que, después de habernos hecho cosas horribles, éramos demasiado descarados como para seguir juntándonos.

Es que fue raro. Yo empecé a estar en la boca de todos por mi caída. Las otras cosas también pesaban (la apuesta que habíamos hecho; o la relación falsa que, de vez en cuando, nos gritaban que dejáramos de fingir si iba cogido de la mano de Abel; o de Owen y la drogas; o de Julián y mi pequeño amorío), pero mi caída del segundo piso puso a todos a reírse.

Muchos decían que alguien me empujó. Otros aseguran que fui yo mismo el que lo hizo. Sin embargo, todos están de acuerdo en que me lo merecía.

Cuando me acerqué a Celeste, ella me sonrió y me abrazó como si nada hubiera pasado y eso fue como un golpe en las pelotas.

—Con respecto a lo de la fiesta... —comencé, pero ella ya caminaba con la frente en alto hacia las clases.

—Tranquilo, amor. —Se volteó para darme una de esas grandes sonrisas—. Hagamos como si nunca hubiera pasado y listo.

Y me quedé de piedra. O sea, no podía hacer eso. Juro que quería hablar con ella y disculparme, pero no me dejó. Me dio dos besos en las mejillas y se marchó. Fue raro. O sea, fue raro en todos los sentidos esa semana.

Teníamos clase de Educación física. Y, por mi pequeño problema con los chicos, hice todo lo posible para llegar de último a los vestuarios. Solo había un chico ahí adentro que terminaba de alistarse. Y lo había buscado por cielo y tierra, pero él me había esquivado cada vez que me acercaba. Necesitaba hablar con Matías.

—Oye. —Frunció los labios al verme. Iba a pasar por mi lado, pero me abrí mis brazos para detenerlo—. Déjame disculparme, por favor.

—Es que eso no va a cambiar nada —dijo. Se notaba el resentimiento en su voz y eso me hizo odiarme también—. Yo sé que no fuimos amigos cercanos y nada por el estilo, pero no creí que dejarías que me utilizaran de ese modo.

—Te juro que no fue mi intención.

—Como todo lo que haces tú y tu grupo de amigas. No piensan en las consecuencias y tratan a los demás como basura como si ser malos lo fuera a convertir en más populares. Pero, todos sabemos que ustedes, solo se interesan por su estatus social. Y hacen con los demás lo que les da la gana.

Creo que necesitaba que alguien me callara la boca. Necesitaba eso. Qué él pasara por mi lado, dándome un empujón y sin dejarme hablar. Porque lo que había hecho, había sido horrible. Dejé que Celeste utilizara a Matías a conveniencia. Y eso me hacía una terrible persona. Creo que necesitaba eso para saber que no siempre las cosas se iban a solucionar y que las consecuencias las debes aceptar. Pero se siente horrible porque la culpabilidad nunca se va.