Tal vez la cosa más difícil no fue hacer la apuesta, sino enamorar al idiota que tanto odiaba.
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𝖀𝖓 𝖆𝖒𝖔𝖗 𝖉𝖊𝖑 𝖈𝖆𝖗𝖆𝖏𝖔
En un pueblo de Colombia, la casa de Camilo ha sido test...
Vamos por lo alto hasta que me duermo en tu pecho Amo cómo mi cara encaja en tu cuello ¿Por qué no puedes imaginar un mundo así?
Ariana Grande - imagine
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23 | Cuando no sabes qué sentir.
Yo sabía cómo era estar alrededor de una persona adicta y, aún así, me quedé al lado de Julián creyendo que podía salvarlo, como si fuera mi deber, como si fuera un centro de rehabilitación.
Mi hermana se dejó llevar por la vida. ¿A quién engañamos? Es divertido salir de fiesta, beber, bailar y olvidarse de los problemas. Pero ella quería eso todos los días.
La verdad no sabía de dónde sacaba el dinero para ello. Lo que le daban mis padres no era suficiente. Pero su novio trabajaba, era mucho mayor que ella, y tenía donde conseguir el trago y las drogas.
Yo estuve en esas reuniones la mayoría del tiempo. No porque disfrutara estar en medio de esas personas, sino por el miedo de que ellos le hicieran algo a Viviana. Ya lo sé, no era mi responsabilidad, pero me sentía con ella. No me perdonaría si le pasara algo.
En una de esas fiestas, hablé con ella. Se notaba su ebriedad. Estábamos a solas. Le agarré la cerveza y le dije que no era el camino, que debíamos irnos a casa. Nuestros padres no sabían que habíamos salido. Y me respondió "si es tan difícil estar a mi lado, solo lárgate. Yo tampoco quiero cargar contigo". Y eso me rompió el alma. Pero le insistí. Ella me dio un empujón y se fue a sentar con sus amigos. Recuerdo que regresé solo a casa.
No lo sé, siempre he esperado lo peor del mundo. Siempre tuve miedo de que a ella le sucediera algo. Pero recuerdo cuando me pidió que ya no estuviera a su alrededor. Que ella no era una niña a la que cuidar. Qué yo debía tener mi propia vida y dejar de involucrarme con sus amigos.
Mi hermana se parecía tanto a papá; tenía sus ataques de rabia y se aferraba a las drogas y al alcohol para mantenerse alejada de lo que la rodeaba. Y sus amigos nunca fueron amigos de verdad.
Por lo general, yo les escribía, sobre todo a Gloria para que cuidara a mi hermana, porque yo dejé de asistir a las fiestas que ellos tenían. Ella juraban ser la mejor amiga. Pero, desde que Viviana se fue, no ha dado una señal, según lo que me contó mi hermana, nunca se ha contactado con ella.
Creo que así fue con Julián. Cuando lo vi sumido en las drogas, pensé que podía salvarlo. Me incomodaba que lo hiciera a mi lado. Había noches en las que nos quedábamos hasta tarde hablando de cosas que nos pasaban, más de él que de mí, y Julián me decía que solo iba a hacerlo por un tiempo, que iría a la universidad, que tendría una gran casa y que yo podría ir a visitarlo cuando quisiera. Decía que quería vivir en un lugar donde siempre hiciera calor y tener una piscina para que nadaramos juntos. A mí me gustaba esa idea, me gustaba cuando decía que le gustaba estar a mi lado, aunque olvidara todo eso cuando el efecto de las drogas se le iba.