11. Pacto con el diablo.

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ADELA

Sábado 23, Enero 2016.

"El cantante Leo Prince fue visto con la ahora exitosa y reconocida modelo Levlia Pash en la fiesta que tomo lugar en el hotel donde se hospedaba él; hay fuentes cercanas que confirman que ambos subieron a una de las habitaciones..."

Escucho con atención la televisión, imágenes de ellos dos son puestas y los presentadores empiezan a discutir la posibilidad de que ellos dos vuelvan. Una de las chicas, quien forma parte del panel del programa matutino que generalmente veo a la mañana, comenta que ellos hacían una muy buena pareja cuando empezaron.

Tomo de mi café y respiro lentamente, estoy sentada en mi sofá grande con una manta encima; observo mi celular en la mesita adelante mío, no vibra ni muestra ninguna notificación. Vuelvo a respirar.

No me gusta esta sensación de "yo debería saber sobre esto y merezco una explicación" cuando no tengo ningún derecho en esta situación. Siendo sincera, puede que hayamos sutilmente flirteado pero eso no es nada, no somos pareja. ¿Me interesa? Seguro, a quien no le interesaría un hombre con Leo, ¿no? Por otro lado, algo me carcome por dentro... trago saliva para evitar pensar mucho en las miles de historias que se forman en mi cabeza. Él me gusta mucho. Mucho más de lo que puedo asimilar.

De pronto mi celular recibe un mensaje, el nombre que muestra la pantalla es demasiado conocido para mí: Jayden Linsers.

***

LEO

Mi cabeza se siente pesada y créanme que no es por el escaso alcohol que tome ayer, sino por los gritos y palabras que aun giran en mi cabeza de Levlia.

"Siento haberte destrozado, pero no que nuestra relación me haya hecho lo que soy"

"No lamento que nuestra relación haya sido el costo de mi fama"

"¡Te amé! ¡Pero no supiste ver más allá de tu carrera así que tuve que hacer la mía Y la única forma fue colgándome de la tuya para que me veas como un igual!"

Mi espalda duele luego de haber dormido muy pocas horas en el incómodo sofá que forma parte de la habitación en donde la tercera guerra mundial se dio; Levlia está dormida en la cama, colapso después de discutir conmigo cuando estaba muy tomada desde antes que entrara en el hotel.

No nota como salgo lo más silencioso que puedo de la habitación, tomo las escaleras hasta dos pisos más arriba para entrar en mi habitación en donde Simon se encuentra. Él me abre ya que mi tarjeta de acceso siempre la tiene él por precaución.

—La noticia está afuera en la prensa, ¿qué quieres hacer?

—Ahora nada. Quiero desayunar y estar en cama un rato más... no tengo fuerzas para hablar de nada —contesto tirándome en la cama. Simon asiente y me sonríe con empatía—. Si se despierta, págale el desayuno y mándenla a donde sea que se quede. No quiero escucharla nunca más.

—De acuerdo... Keira está en camino a verte, por cierto. —Y con esa respuesta se va de la habitación sin dejarme tiempo para asimilarlo. Maldito.

Keira es mi mejor amiga desde la secundaria, ella es inteligente, astuta y peligrosa, en muchos sentidos. Jamás pude mentirle ni omitirle información, tiene un puto sexto sentido; tambien es en quien más confío y seguramente ha oído las noticias, por eso llamo a Simon y dijo que vendría. Obviamente, ella siempre obtiene lo que quiere, si ella quiere venir, es lo que va a tener.

Me tapo los ojos con el brazo y medito acerca de mi noche, Levlia y Adela. Tan distintas que es imposible confundirlas, hablar con ellas en la misma noche ha marcado más sus diferencias; las cuales puse en una lista mental en mi cabeza.

Latidos en una Canción (Saga Radio Calavera #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora