Latidos en una Canción (Saga Radio Calavera #1)

30. Tú, ¿qué?

LEO

Domingo 13, Marzo 2016.

Bostezo varias veces mientras con los chicos buscamos nuestras maletas, las ponemos sobre unos carritos del aeropuerto y nos vemos obligados a ponernos gorras y lentes de sol cuando el clima no es especialmente soleado. Está lloviendo tanto como flashes sobre nosotros dentro del lugar. Adela reacciona casi con instinto pegándose a mi lado, manteniendo su brazo izquierdo alrededor de mi cintura.

Nuestro "tour" de conciertos privados se organizó de un modo en el cual tengamos una semana en el medio para descansar. Ya sea recorrer la ciudad en la que estamos o tener un mini viaje express a Londres; en este caso es el segundo porque yo tenía planeado sorprender a Adela. Con ello me ayudo Derek y Axel.

Pero además de eso, la verdad es que no somos jóvenes como antes, no podemos hacer varios conciertos cada tres días por meses; necesitamos pequeños descansos, más cuando un gran tour está en camino. Ojo, no me quejo de mi trabajo. Después de todo, fue mi sueño dedicarme a componer canciones que la gente luego sepa y cante conmigo. Aunque hay que reconocer que no tenemos veinte y tantos, cada uno también está buscando de algún modo u otro establecerse. No hablo solo del lado sentimental sino en general; Scott tiene un proyecto que viene armando hace un tiempo, Zack y Noah tienen un pequeño negocio y Matt ha estado buscando una casa para él y su novia.

Durante el camino hacia la casa de mis padres, el auto está en silencio. Matt cayó rendido con su gorro de lana sobre la cara y Adela está enredando sus dedos en una de las cadenas que cuelga en mi cuello. Observo el cielo gris que se extiende arriba de mi ciudad, la lluvia es fina y liviana tanto que no se puede realmente ver las gotas caer.

A penas el auto estaciona, la puerta de mi casa se abre y mi madre con una sonrisa abre sus brazos. Papá se mantiene adentro y alza una mano saludando a Simon.

Mi manager no se va a quedar con nosotros pero siempre trata de saludar de vez en cuando a nuestras familias.

— ¡Mi niño! —Mamá abraza a Ciro, quien por su hombro me mira pidiendo ayuda y yo niego. Papá ríe y a él se le une Meline, quien sale de la casa para ayudar con mis maletas a los chicos—. Te he extrañado mucho, faltabas en esta casa.

—Hola, mamá. —Dejo un beso en su mejilla pero ella me retiene un poco más con sus besos exagerados—. Ya, ya, vas a asustarla.

—Oh, ella no se ve como que este asustada, creo que está disfrutando de tu tortura. —Miro a Adela mirarnos con una expresión divertida, su mano tapa su boca aunque sus hombros se sacuden. Mamá no me suelta por un par de segundos más. Luego se gira hacia Adela—. Tú debes ser Adela, soy Molly Prince.

—Encantada. Y sí, soy Adela Parker. —Sorpresivamente ella es la que da el primer paso cuando abraza a mi madre; es un abrazo corto, pero eso hace feliz a mi madre.

Papá nos recibe en la cocina, ya que habia entrado cuando vi que mamá nos iba a retener. Está cocinando unos filetes con Meline observándolo desde cerca. Aclaro mi garganta y ambos se giran para enfrentarnos a todos.

Meline abraza a Adela primero. Hablan un poco y mi hermana sonríe de costado en cuanto Adela le susurra algo en el oído.

— ¿Cómo están, muchachos? —Papá palmea mi espalda haciendo que vuelva mi atención hacia él. Adela también se acerca—. Hola, señorita, bienvenida a nuestro humilde hogar.

—Gracias, señor Prince —contesta Adela besando su mejilla. Yo le doy un abrazo; luego apoyo uno de mis brazos en el hombro de Adela, ella se inclina contra mí..

—Nada de eso, estos chicos que ves aquí nunca me han llamado así y han asaltado mi heladera desde que Leo los trajo. No debes sentir vergüenza, siente en casa, por favor.