26. En todos los sentidos.

43 7 7
                                    

ADELA

Jueves 25, Febrero 2016.

Jordan llego pasadas las seis de la mañana. Lo primero que me dijo es que la junta directiva de la radio y él habían llegado a un acuerdo. Arreglaron para que otros locutores de la radio nos reemplazaran por hoy a todos. Luego dependía de mi volver al trabajo o si los chicos se iban a turnar para reemplazarme.

Después de aclarar todo eso, Jordan me dijo que había encontrado información interesante sobre quién había infiltrado las fotos a los medios.

—Todos concuerdan que la persona que entrego el paquete con las fotos y un breve informe sobre la conversación que supuestamente tuviste con Jayden es un hombre de 50 – 60 años con barba y ojos negros.

—Esa descripción no concuerda con Jayden —digo inmediatamente, abro mis ojos—; él no lo hizo.

—No nos adelantemos —contesta Jayden. Leo toma una de mis manos sobre la mesa—. Es posible que él no haya entregado la información personalmente.

— ¿Encontraste algo más? —Derek se sostiene del respaldo de mi silla—. ¿Adela va a tener que hacer un comunicado?

—Nunca he hecho uno. Ni siquiera cuando paso lo de la boda, Jayden se ocupó de ello.

—Lo único bueno que hizo.

—Adela, hacer o no un comunicado debes decidirlo tú. Yo puedo decirte que hacer un comunicado puedo aclararlas cosas como hacer que los medios se aferren más a la historia. Todo tiene sus pros y sus contras. —Jordan une sus manos—. Seguiré investigando sobre quién pudo ser. También hablaré con Jayden.

—Él dijo que iba a buscar al responsable.

—Bueno, eso puede servir —responde Jordan sonriéndome de costado—. Si él fue, no tiene que tener miedo de que vaya a verlo.

—¿Todavía tenemos trabajo, no? —Miles le guiña un ojo a Jordan, quien sonríe un poco más grande. Aylen le pega en el brazo—. ¿Qué? Quiero saber si se han hartado de nosotros.

—No, todavía no. Pero mañana todos debemos volver al trabajo como todos lo días —contesta nuestro jefe parándose de la silla—; Adela, tú puedes tomarte los días que consideres.

—Te cubriremos. —Aaron apoya su mano en mi hombro y lo aprieta—. No tienes que preocuparte.

—No lo hago. Pero gracias a todos —digo mirando a todos en la habitación—, todos significan mucho para mí.

Mis ojos se posan en los de Leo durante más tiempo, él no suelta mi mano. Erick y Philip bufan.

—Creo que esa es nuestra señal para irnos a asearnos a nuestras casas.

—Concuerdo con Erick —dice Miles agarrando su abrigo y pasándole el suyo a Aylen—; te quiero mucho, Ela, pero necesito bañarme.

—Lo sé. Ya huelen mal.

—No seas mala con nosotros. —Celine me abraza fuerte y luego a Leo. Sorprendido le responde—. Algún día tomaremos algo los dos, ya sabes, quiero saber que te traes con mi amiga.

—Todas queremos saber —agrega Brisa quien me rodea los hombros y me besa la mejilla—; cuídense, nos vemos mañana.

—Ten por seguro que nos pasaremos por acá —asegura Aylen. Miles nos abraza a ambas juntas—. No rompas mis huesos con tus abrazos, Miles.

—No lo hare, muñeca —responde a lo que Aylen pone los ojos en blanco. Miles me guiña un ojo—. Me ama.

—Lo vemos —contesta Aaron frunciendo el ceño hacia ellos. De inmediato se le pasa cuando me ve—. Llama si necesitas algo. Cualquiera de los dos.

Latidos en una Canción (Saga Radio Calavera #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora