Tustus <¿A salvo?>

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-MALA JUGADA NIÑITA- grito Rick. y como típico cliché caí en el sucio piso del baño y hay justo donde mi cabeza había parado, se encontraba un nuevo par de zapatos. Sus fuertes manos me levantaron y vi sus ojos...imposibles de no reconocer Matthew Schwartz>>  La ira se vislumbraba en ellos y con cada palabra que decía se acercaba más y más a Dan y Rick . Que mierda. ¡NO TIO ES PARA EL OTRO LADO! Sácame de aquí. Pero mis labios no pronunciaban palabra alguna.

-Quiero que repitas la mierda que acabas de decir- no hubo respuesta alguna. - Sí. Eso creí-  una sonrisa curvo sus labios. -Los quiero lejos de esta chica, si no quieren desear que yo mismo los mate rápidamente antes de que mueran de la forma en la que estoy planeando; y con la que me estoy deleitando- los puños de ambos se cerraban con rabia  y sus labios se convirtieron en una fina línea, tangándose cada una de sus palabras. -Largo de aquí Dan y Rick - ¡Matthew los conocía! ¿Cómo era posible esto?  Los chicos salieron y por encima del hombro de Matthew divise que ambos tenían un tatto que creí que se me hacía familiar. Después todo escaso rastro de luz se esfumo.

Abrí los ojos lentamente y de repente alcance a divisar que lo que debía ser mi habitación no lo era. Me senté en la cama rápidamente y me cubrí completamente con las sabanas de seda y allí en una esquina de la enorme habitación estaba él, mirando cada movimiento que efectuaba, sin gesticular palabra.

-Sal ya de mi cama- dijo lo más calmado posible aunque se percibía como trataba de controlarse. Aun extrañada y perpleja me levante, no pude sostener la mirada.

-¿Que hago aquí?-

-Tranquila qué solo estas aquí por obligación, no cargas contigo algún celular- lo había dejado en el auto de Cara. Joder. -Tenía 3 opciones. La 1 era llevarte inconsciente por todo el MOTEL y que creyeran que te había drogado  mientras preguntaba a cada persona de allí si había venido contigo, corriendo el riesgo de que alguien me mintiera y en vano hubiese sido haberte salvado de... - silenció y continuo -Los tíos del baño.

Mi segunda opción era dejarte tirada y si tenías suerte alguien que conocieras te encontraría; pero con la suerte que posees volveríamos al punto anterior y finalizarías follada, así que me vi obligado a traerte aquí. Te acosté en el sofá y ese morado en tu cabeza es producto de 3 malditas caídas. ¿Enserio no estabas drogada? -  rió-

-¡cómo qué 3 caídas! ¡Solo a la 3 me moviste!

-Ya sabes lo que dicen "La tercera es la vencida" así que puse sabanas en el suelo, ya que después de todo del suelo no pasaras Pero, LA LECHE, siempre hay un puto PERO y era que tu no parabas de titiritar, tus labios se tornaron azules, así que dije " tío o la pasas a la cama o la chica muere congelada" no soy tan desalmado- dijo sarcásticamente -Eso fue todo lo que paso anoche; para tú desdicha- me miraba con aquella sonrisa de autosuficiencia.

-Gracias- susurre -¿Podrías por favor llamar un auto para que me lleve a casa?-

-No. no quiero, yo mismo te llevare pero antes dúchate, no pondrás tú culo así en mi auto y no pienses en protestar porqué de aquí solo sales conmigo, soy muy obstinado- asentí. no quería discutir, estaba agotada. - En la ducha- señalo una puerta -Se encuentra todo lo que necesitas, no tardes y espero que cuando entre estés lista, te he dejado un par de prendas, tu ropa esta vuelta un asco-  la mire y era así, seguramente por cuando caí a los pies de Matthew. Como alguien tan bello podía ser tan mierda. Él se había marchado, me dirigí a tomar la ducha que tanto necesitaba, el tío lo había hecho bien, no me falto nada hasta que llegue a las bragas y decidí esperar a que el llegara y me encontró sentada en el sillón con la bata cubriéndome.

-¿Por qué no estás lista?

-porqué...- ¿cómo decírselo?... él se acercó a mí, rompiendo la distancia que había. No sabía cómo actuar. Tía no cedas ante este capullo, resiste.( Ay si, tan fácil decirlo)

- si no sabes cómo vestirte yo te enseño tía, aunque soy mejor desvistiendo- me dedico esa sonrisa a medio lado que te invitaba a follar. Decido ignorarlo.

-No me he cambiado porqué me has dejado esas bragas y no sé de que tía sean- ¡LO DIJE! Su risa resonó en toda la habitación y yo moría de vergüenza

-Esas bragas son de la nueva colección de mamá, edición limitada para ser exactos, dudo que note qué  las tomé, tiene montones; Al igual que el short que te deje, la sudadera es mía

-Creo que lavare los míos y no me importa si están húmedos, así los usare, no me gusta que me regalen nada, lo demás te lo devolveré.- baje la mirada y el rio.

- Y cuando te vistas parecerás una cría meada y mojaras el sillón del auto- él miro hacia la ducha y su fuerte risa volvió a envolverme, mis ojos no creían lo que veían. ¿De dónde había salido ese cachorro? y me sentí más avergonzada, traía mis bragas y ropa en su boca (algo destrozadas) sin dudarlo me abalance sobre el animal y su amo solo contemplaba la escena sin parar de reír; ahora fue el turno de la bola de pelos de abalanzarse sobre mí, su lanzamiento fue rápido pero certero. Abrió la bata jalando del lazo que la ataba, sentía que no podía caer más bajo.  


Estuan Glacies.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora