Prandium <<Cena>>

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La cena concurría al aire libre y no me extenderé en detalles sobre lo placentero que es este lugar, como si los cimientos de esta mansión y sus paredes fueran un escudo ajeno a lo que ocurría afuera, como si al entrar aquí los problemas del trabajo, y vida externa tendrían que ser lanzados fuera de la puerta, Magnus y Alessandra se aman, es difícil no verlo por la manera en la que uno mira al otro y las chispas saltan de sus ojos; recordé la frase en el techo de la habitación de Nikola " Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya" algo en ella me atraía,  pero no era el momento para pensar sobre ello, estaba aún más sumergida en sacar toda la información posible sobre Matthew, el tiempo no estaba a mi favor ¿Cómo hacerlo sin ser tan obvia? Decidí probar suerte, después de todo Alessa es muy conversadora.

-Hace cuánto tiempo están casados?-   Alessandra miro a Magnus y él asintió, ella quería narrar la historia.

-Fue hace 5 años y fue una locura para la familia porque Magnus y yo llevamos poco tiempo de noviazgo-a mi memoria vago una Alessandra más joven, enganchada a un Magnus que quería hacerla completamente suya y sin reparos ella estaba dispuesta a hacer de su fantasía una realidad, porque ambos miraban en la misma dirección.

-pero cuando sabes que es la indicada, no hay dudas- convicción rebosante de cálida ternura fue expedida en lenguaje gestual hacia su amada.

-Todos se hubiesen opuesto porque llevábamos 7 meses de novios y no entendían el lazo que creamos Magnus y yo en tan poco tiempo, así que fuimos a las vegas y no fue tan secreto porque nos encontramos al monstruo que se suponía estaba en un internado- una mirada de reproche fue lanzada a Matthew y esta era mi oportunidad, fue más fácil de lo planeado, mi fuero interno bailaba una melodía que solo mi subconsciente conocía.

-Un internado?- cuestioné

-Sí, una de sus tantas muestras de rebeldía contra sus padres- decía con naturalidad.

- Qué irónico,  lo dice  la chica con trastorno de prófuga quien huyó a casarse en la ciudad del pecado- respondió tranquilamente Matthew

-Tú te callas monstruo, por poco nos arruinas la noche- los ojos aterrados de Alessa cayeron sobre los míos -Estaba con un grupo de borrachos y amenazó con enviarle la foto a toda la familia, nosotros queríamos dar la gran noticia, el muy descarado me extorsiono en mi noche de bodas- Matthew miro a Alessa inocentemente, agitando sus pestañas y haciendo cara perrito necesitado. -y no me des esa mirada con la que conseguías todo cuando niño-  lo sermoneo dulcemente

-Tú también me extorsionaste, dijiste que dirías que me fugue del internado- un bufido fue expulsado de sus labios - Como si alguna vez me ha importado lo que diga ese par- hablaba de sus padres y he aquí otra duda: Que pedo le pasa con sus padres? A qué viene ese estereotipo de rebeldía incesante, si bien sabido tenía que es un pringado no conocía que su familia no escapaba a la efervescencia de su personalidad.

-Siempre fue él dolor de cabeza de la familia, aunque no siempre fue así,- Cuando había cambiado el glaciar humano que tenía a mi lado? Siempre fui creyente de que las personas si pueden cambiar de la noche a la mañana, pero solo cuando las situaciones son tan impactantes que tienen el poder de trasmutare inminentemente   -Cuando niño, era una belleza-  un crujido  procedente de Matthew a la par de su cabeza apuntando al firmamento, me hicieron querer saber más del ya para nada niño, y miradas de complicidad eran arrojadas entre Alessa y yo.

Estuan Glacies.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora