Celeritatis <Velocidad>

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-Que quieres a cambio de no deberte nada- maldito gilipolla

-paso por ti a las 11- sonrió y estaba a punto de marcharse

-y que te hace creer que acepto tajantemente?- al menos daría batalla, no se la dejaría tan fácil.

-No es una pregunta infinite- me miro con seguridad, algo de burla y dominio, ¿que se creía? Él no tiene ningún derecho sobre mí -Ponte algo lindo- y sin más se marchó.

(....)

ya eran las 10 de la noche y aun no empezaba a arreglarme "ponte algo lindo" Como voy a saber que ponerme si no sé a dónde vamos! Él es un cretino así que dudo que sea a algún lugar elegante y no me voy a "poner algo lindo" porque él me lo diga. Hacia algo de frio afuera, opte por unos converse negros con taches, un jean desgastado y un buzo negro... y si íbamos a un bar? Simplemente no estaría bien vestida, hasta que decidiera que vestir iba a terminar de "arreglarme" Peine mi cabello y lo recogí en una cola alta, eso fue todo. Guarde mi celular en mi buzo junto algo de dinero y decidí no cambiarme, Porque si pretendía embriagarme, cuando viera mi vestimenta se abstendría de llevarme a un antro donde lo apto son prendas que dejen poco a la imaginación y últimamente había tenido mucho de fiesta y de tragos, ellos y yo no combinamos muy bien. El sonido de la puerta me saco de mis pensamientos, me mire por última vez al espejo y me encamine a la puerta. JESUS, MARIA Y JOSÉ. Schwartz llevaba un jean negro, la misma ramera blanca de la mañana, una chaqueta de cuero negra y unos converse blancos, junto a un curioso collar en su cuello, llevaba un cigarrillo en su mano y lo arrojo en la maseta de la entrada.

-lista, nos vamos- sonrió y me tomo del brazo, forzándome a caminar y a cerrar la puerta tirando fuerte de ella, no era una pregunta, era una afirmación, lista o no me hubiese arrastrado como lo hacía ahora, - sabes que no soy ningún violador, si hubieras querido matar más la pasión te hubieras puesto algo más cubierto- dijo mientras llamaba al ascensor- Aunque, mal intento infinite porque solo hay más por quitar, eso incrementa mi deseo, es como una búsqueda del tesoro- sonrió nuevamente y se posiciono frente a mí, en ese instante el ascensor llego y entramos en él.

- A donde me llevas- tenía que hablar y hablar con él mientras estuviéramos encerrados en esta caja metálica donde no hay salida y lo tengo tan cerca.

Pego su cuerpo al ascensor, cruzando los brazos a la vez - ya lo sabrás-

-gran ayuda- murmure, el ascensor se abrió y el salió precipitado, esto era frustrante e incómodo.

Vi como saco una llave de su bolsillo y apunto hacia la izquierda, así que por curiosidad dirigí mi vista y me topé con su auto, esta vez no era el jeep, esta vez  había un Lamborghini aventador negro

-qué pasa con tú cliché por el color negro- su fuerte risa me lleno a la vez que cerraba la puerta del copiloto. Que caballeroso (sarcasmo). Se dirijo al asiento del piloto, dejándome por unos breves segundos sola, mientras contemplaba esta belleza de auto. La puerta del piloto fue cerrada y él me miro.

-Te gusta lo que ves- otra vez él y su ego inflado. No se refería al auto, se refería a él. Rodee lo ojos, ya era un acto inconsciente. El motor se encendió y él arranco -A decir verdad este auto era rojo-

- y porque cambiaste su color?-

- Porque cuando empecé a usarlo para el lugar a donde vamos a ir, él negro me pareció un buen color para permanecer en las sombras- Cada vez estaba más confundida, sentí como mi frente se arrugo, y él lo noto por el retrovisor-  pero a quien engaño un lambo al igual que yo, no pasa desapercibido, aunque no reniego, ha ayudado.- pasar desapercibido de qué? O quién? La velocidad aumento y seguí sin entender de que hablaba. Finalmente el auto se detuvo.

Estuan Glacies.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora