La prensa aún esperaba ansiosa afuera, por la salida de alguno de los invitados al evento y una cortina de Flashes volvieron a nublar mi visión, esta vez Matthew tomaba mi cintura y cubría un poco su cara de los ya molestos rayos de luz, con un apresurado andar nos dirigimos a la limusina que aún conservaba al chofer adentro, quien al observar nuestra afanada huida encendió el coche para finalmente detenerlo a escasos centímetros de nuestra posición actual, mi cuerpo fue el primero en entrar al auto seguido por un click ocasionado por la entrada de Schwartz al vehículo.
-A donde nos dirigimos?- hablo la gruesa voz del conductor y yo también me hacia la misma pregunta.
-Limítate a conducir, yo te guiaré- Listó Schwartz, muy listo.- y tú podrías relajarte y cerrar tus ojos? No me dificultes la sorpresa linda-
Deliberadamente acepte, mis ojos estaban cerrados pero podía escuchar como Schwartz orientaba al chófer cuyo nombre era Carl, su voz era firme y autoritaria, de derecha a izquierda nos movimos entre el tráfico de la ciudad, deteniéndonos explícitamente por la orden de una u otra luz roja disparada por los semáforos.
El vehículo se había detenido, Matthew había bajado interponiéndose entre la puerta abierta y mi oportunidad de captar con mi vista el exterior, mesuradamente tome la mano que me ofrecía para con mayor facilidad abandonar la limusina. Reconocía este sitio, como no hacerlo si en este mismo lugar, en una prometedora y falsamente pacifica noche, en el sucio piso de un baño, ante la mirada de dos peligrosos chicos y bajo el ahogado gemido de una pareja que lo hacía en uno los cubículos, había comenzado nuestra historia.
El incesantemente vibrante letrero de neón volvía a saludarme "MOTEL para que ligar cuando puedes coger" e inevitablemente me vi de cara con miedos que escocían mi pecho, miedos que se acercaban como cuchillas a mi yugular, una neblina de frío recorrió mi desnuda espalda, subiendo hasta mi clavículas, no era el frío de la noche, era el increpante temor del reconocimiento "Largo de aquí Dan y Rick" mis ojos despertaron de una ensoñación vivida en la realidad, los carnosos labios dueños de la voz que gruñeron las palabras esa misma noche, en un pasado que ahora se sentía tan cercano y precedieron mi colapso (desmayo), estaban a mi costado derecho.
-hey! Tienes frío- inconscientemente mis brazos abrazaban mi torso, pero no Schwartz, no es ese frío común que se va con acercarse a la tibia braza de calor en una chimenea, es ese tipo de frío que siseaba patrones extraños en tu cuerpo cuando eras niño y tocaba los bordes de tu alma, lo recordaba todo con tanta claridad como la luz solar que se cuela en las mañanas por mi ventana, tú, tú conocías a los chicos que intentaron violarme, ellos eran dos y te temían, aunque te superaban en número y fuerza, aunque aterraban como el infierno, ellos te temían -todo está bien Infinite?- tus brazos arrastraron tú saco hasta mis hombros, creyendo que remediarían mi estado pero no, no sería así, no si tú el chico de los miles de interrogantes no empezaba a otorgarme respuestas.
-Estaré a salvo allá adentro?- sí no podías darme un si por respuesta en vano seria hacerte la otra pregunta, en vano seria estar aquí con este lujoso vestido tratando de disfrutar una noche perfumada de tu presencia, en vano entraría en ese lugar, porque temeré quebrarme si no puedes mantenerme segura en ese lugar que puede convertirse en un matadero o en el oasis alejado de nuestra zona de batalla.
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Estuan Glacies.
Rastgele"Todo gran amor deja tras de sí efectos devastadores." Bueno, bueno. Antes de que te bajes las bragas empezaré a decirte quién es él. Te haré un favor, linda. Te advertiré... el resto es tu lió NO EL MIO. Él ya actualizó su cuento de hadas, así que...