La Miel De Tus Labios© |TERMINADA|

Capítulo 01 | Grisáceo

—¡A la mierda! —grito—. No vas a llevarte a mi hija.

—Por supuesto que lo haré, ella debe estar conmigo —amenaza.

—No tienes ni la más puta vergüenza —digo, señalándola con el dedo—. Nunca te ha interesado cuidar de ella.

—¿Cómo puedes ser capaz de decir algo como eso?

Respiro profundamente y trato de calmarme, no sería bueno si pierdo la cordura, eso probablemente me quite cualquier posibilidad de quedarme con Angelique.

—Lo único que quieres es el dinero... la mensualidad que te daría para mi hija.

—Quiero que entiendas algo Maximilian, no voy a renunciar a mi hija, ella es lo más importante para mí.

Una sonrisa sarcástica tira de mis labios. —Por supuesto, ella es lo más importante para ti... ¿de verdad crees que soy tan estúpido?

—Este tema se nos está yendo de las manos —interrumpe su abogado—. ¿Por qué no dejamos los insultos a un lado y nos concentramos en lo que nos tiene aquí hoy?

—Betland tiene razón —concuerda Aiden—. Aquí lo único importante es la seguridad y el bienestar de Angelique, la hija que tienen en común.

—Quiero la custodia completa de mi hija.

—Y una mierda que la tendrás —digo, al borde de la desesperación.

—Es mi hija y perdóname Maximilian, pero tengo más derecho que tú.

—No vas a quedarte con mi hija —digo, de forma determinante.

—Señores, debemos calmarnos —el abogado habla, pero ya no puedo ser capaz de mantenerme sereno—. No llegaremos a nada si seguimos así.

—Accede a mis términos Maximilian —dice, mirándome con gesto serio.

Igualo su mirada y me acerco a ella, quedando a escasos centímetros de su rostro.

—Jamás. No accederé a tus chantajes, no importa lo que tenga qué hacer pero no voy a permitir que te quedes con Angie, tú no quieres a nuestra hija.

—¿Seguro que quieres luchar? —cuestiona, con una sonrisa en sus labios.

—Muy seguro —digo—. No sabes cómo me arrepiento de haberme casado contigo Lindsey, fuiste, eres y serás siempre el mayor error que he cometido en mi vida, lo único rescatable y bueno de este matrimonio es mi hija, eso es lo único decente que tú tienes y ahora lo quieres manchar.

«Diez Años Antes»

—Eres tan patético —murmura Braxton, riéndose de mí.

—¡Imbécil! —murmuro.

Inhalo una bocanada de aire fresco y camino con seguridad hacia la barra del bar. Mis ojos conectan con los de la chica que está concentrada en atender la orden.

—Hola —digo, a modo de saludo.

Ella me mira con sus fascinantes ojos azules. —Hola, ¿se te ofrece algo? —pregunta, con una sonrisa en sus perfectos labios.

Sonrío para mis adentros. —En realidad, me gustaría invitarte a cenar —digo, ella parpadea un par de veces.

—¿Disculpa?

—Soy Maximilian, por cierto —me presento, estirando mi mano.

Ella duda un segundo antes de estrechar mi mano. —Lindsey —dice, al mismo tiempo que su mano conecta con la mía.