Capítulo 32 | Sufrimiento

2.1K 179 74
                                    

Desde la llamada de Aiden he estado balanceándome en la cuerda floja, rogando porque ésta todavía soporte todo el peso de lo que se avecina.

—¿Crees que Lindsey sospecha sobre la niñera? —pregunta Braxton, mirándome fijamente.

—No lo sé, yo espero que no.

—Tranquilo, Max —habla Adam—. Ve a Washington y si las cosas se voltean a tu favor, entonces te veremos aquí para el rodeo.

—No creo poder asistir, pero saben que estaré brindándoles mi apoyo desde dónde sea que esté... así sea el infierno mismo.

—Confío en que Aiden no te dejará caer tan hondo, sólo es cuestión de que tengas un poco de fe —comenta Darren.

—Sí, yo opino lo mismo... no dejes que esa bruja vea tu temor, porque de lo contrario, te tomará por allí y no podrás defenderte.

Tal vez Braxton tenga un poco de razón, no puedo ni quiero mostrar debilidad ante Lindsey, aunque muy en el fondo esté muriendo de miedo.

—¿Vas a dejarla? —pregunta Adam, sacándome de mis pensamientos—. Me refiero a la niñera.

—Tengo que hacerlo —respondo—. Angelique está por encima de todo, incluso de mi propia felicidad.

—Serías un completo idiota y cobarde si haces eso —espeta Brax—. Lindsey está chantajeándote de ese modo y serías un estúpido si caes en su juego.

—¿Qué otra cosa puedo hacer? —gruño.

—Pelear por tu felicidad —apunta Dare—. Esa chica te hace feliz, ¿por qué vas a dejarla?

—Esa chica es una niña a la que no pienso arrastrar a mi jodida vida.

—Ella ya está inmiscuida en tu vida —señala Adam—. Aunque intentes mantenerla lejos de los problemas, no es posible porque ella ya forma parte de tus días... Max, no puedes simplemente ignorar lo que sientes, si lo haces, vas a arrepentirte por el resto de tu vida.

—Si estás dispuesto a hacer caso omiso a tus sentimientos para con esa chica, entonces comienza por poner primero la jodida edad...

—Creo que tú eres el menos indicado para hablar sobre relaciones sentimentales con chicas de diecisiete años —rechino, mirando a Darren.

—Pero no estamos hablando sobre mis problemas...

—¿A no? A mí me parece que estás juzgándome cuando tú estás peor que yo —reprocho—. Al menos yo no he dejado embarazada a Alexia y, para información de todos, luché por ella, pero en este momento mi prioridad es Angelique.

Dicho eso, doy media vuelta y salgo de la biblioteca, yendo escaleras arriba para hacer mis maletas.

Justo cuando cruzo la puerta de mi habitación, me encuentro con la presencia de Alexia sentada en la cama; cuando me ve, se pone de pie y sus ojos buscan los míos.

—Angie es tu prioridad, lo entiendo —dice, sin dejar de mirarme—. Yo no seré un impedimento para que la recuperes.

—Alexia...

Alzando una mano, ella me pide que guarde silencio y es lo que hago, porque yo tampoco sé qué decir en este momento.

—Eres un hombre maravilloso, Maximilian —continúa—. Pero entiendo que no eres libre; perteneces a otra chica, una que te querrá sincera y honestamente por toda la eternidad.

—Perdóname —mascullo, intentando retener mis lágrimas—. Perdón por ser un cobarde de mierda.

Con las lágrimas desbordándose de sus ojos, ella sonríe sin ánimos y niega con la cabeza.

La Miel De Tus Labios© |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora