La Miel De Tus Labios© |TERMINADA|

Capítulo 02 | El Ayer

Debo ser normal. Debo ser normal. Me repito esas palabras una y mil veces mientras camino por el pasillo central de la universidad.

Mantengo la cabeza gacha y mis ojos fijos en la hoja que contiene mis materias principales para este semestre.

Para cuando llego al edificio, alzo la vista y camino mucho más deprisa para llegar al aula de proyecciones, después de casi dos semanas de clases, aún no me acostumbro a ésta gigantesca universidad.

Empujo la puerta y doy un traspié, me encojo al tamaño de una semilla cuando siento la mirada de mis compañeros de clase sobre mí; todos ellos me miran como si fuese una especie de insecto raro.

Ignoro sus miradas despectivas y camino directo a mi asiento al final de la última fila, ocultándome de todos.

La profesora llega y me concentro solo en la clase, la cual transcurre sin inconveniente alguno; recojo mis libros y espero que todos abandonen el aula para luego salir y dirigirme a mi siguiente clase.

Mientras camino hacia el edificio de sociales, el teléfono suena, haciendo que de un brinco, ya que me ha tomado por sorpresa. Lo saco de mi bolso y sonrío cuando veo el nombre de mi padre en la pantalla.

—Papá —exhalo.

—Hola cariño, ¿qué tal va todo? —pregunta, ansioso.

—Bien, acabo de salir de clases y ahora me dirijo a la última.

—Que bien —celebra—. Recuerda que este fin de semana tu hermano y yo iremos a visitarte, así que si quieres que te llevemos algo, no dudes en decirnos con anticipación.

—Gracias, pero por el momento no se me ofrece nada, solo quiero verlos —digo, intentando retener las lágrimas que amenazan con salir libres.

No puedo llorar. No voy a llorar. No puedo permitir que mi miedo y mi agonía me gobiernen.

—¿Alix? —la voz preocupada de mi padre se cuela por mi oído rompiendo mi hilo de pensamiento.

—Sigo aquí —digo, mientras ahogo un sollozo.

—Cielo... —comienza, pero se queda en silencio y sé perfectamente bien lo que intenta decirme.

—Está bien papá —digo—, debo colgar o me quedaré sin tomar la clase.

—Te veré este fin de semana —dice, a modo de despedida.

—De acuerdo.

—Alix... Te quiero.

—También te quiero papá —digo y luego solo escucho el sonido muerto de la línea.

💐👩‍🎓🌤

—¿Alexia?

Miro al profesor Morton por encima de mis gafas. No sé siquiera por qué me molesto en usarlas, hace años, después de la cirugía, que puedo ver perfecta y claramente.

No es que tengan algún tipo de graduado para mis ojos, más bien son del tipo usar solo por usar; no puedo mantenerme alejada de ellas porque son como una barrera entre el resto del mundo y yo.

—La clase ha terminado —dice el profesor, mirándome fijamente y luego mirando su reloj de muñeca.

No es como si no supiera que la clase había terminado, por supuesto que lo sabía, es solo que no tengo la misma prisa de mis compañeros por salir corriendo, no tengo urgencia ni deseo de unirme a la multitud de estudiantes que tratan de salir por la puerta, todos corriendo y chocando entre sí.