-Hola, soy yo. Sí, soy yo de nuevo. Tal vez quieras echarme una vez más y volver a cerrar la puerta pesada de un nuevo portazo, o tal vez no, y siempre esperaste que me quedara.
-¿Sabes? Nunca me fui. Si tú no querías que me acercara, yo no me acercaba, pero eso no me impedía que te observara desde lejos, sin tocarte, sin besarte, sin sentir tu preciosa sonrisa tan de cerca. Supongo que los tiempos cambian, y las personas también. Tal vez demasiado deprisa, diría. Pero la vida es así; Un estar y un ya no estar, un te amo y un te odio, un beso y un escupitajo, un abrazo y un empujón, una sonrisa y una lágrima... En resumen, la vida es una de cal y otra de arena. (Mil de cal y dos de arena, para los gafes). Pero más dura es la verdura, ¿no? O eso se dice.
-El caso es: siempre he estado para tí y siempre lo voy a estar. Todo el mundo tiene días de mierda; yo tengo días de mierda, tú tienes días de mierda, mi madre tiene días de mierda, mi perro tiene días de mierda... En fin, todo ser viviente tiene días de mierda. Pero no cualquiera tiene a alguien que intente cargar con una parte de tus días de mierda más los que esa persona ya tenga.
-Así que, bueno, lo nuestro ya tuvo su momento, supongo. Pero quiero que sepas que voy a estar ahí tanto en tus días de luz como en tus días de mierda. Y créeme; puede que muchos digan estarlo pero, aunque suene de lo más egocéntrico, nadie va a estarlo más que yo. Y sé que ya te has dado cuenta, pero no vas a decirlo, porque así eres tú.
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Lo Que Casi Sin Querer Sangro
PoetryCuando das todo por intentar algo que tal vez suponga tu perdición, tal vez es porque en lo más profundo de tí tienes la tremenda esperanza de que puede que salga bien, de que puedes conseguir un tesoro cavando en las tierras del mismísimo infierno...