LI. Se Fue

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Y entonces...
Decidió irse.

Comenzaron a añorarla los que tantas veces le habían partido el alma en dos,
incluso lloraron su ausencia.

Pero jamás se interesaron por la infinidad de veces que, presa de la ansiedad y carente de cariño,
ella derramada un terrible mar de lágrimas.

Ella no se fue...
La obligaron a irse.

Le gritaban una y otra vez que se marchara y que no volviera jamás...

Y eso fue exactamente lo que hizo;
Irse para no volver jamás.

Fue entonces cuando su felicidad comenzó.

Lo Que Casi Sin Querer SangroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora