No. Se acabó eso de volver cuando ves la luz encendida.
Me niego a que me vuelvas a cambiar la bombilla, prometiéndome que tu luz tiene más intensidad que las demás.
Nunca me preocupé en leer tu letra pequeña, en la cual advertía de constantes y peligrosos cortocircuitos de los que yo siempre fui víctima.No. Tus juegos de tocar a mi puerta con una caja repleta de golosinas ya no funcionan conmigo.
También he aprendido a que me agrade lo amargo.Y no. Ya no dejo la luz encendida para esperarte a tí.
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Lo Que Casi Sin Querer Sangro
PoetryCuando das todo por intentar algo que tal vez suponga tu perdición, tal vez es porque en lo más profundo de tí tienes la tremenda esperanza de que puede que salga bien, de que puedes conseguir un tesoro cavando en las tierras del mismísimo infierno...