He llegado a la conclusión de que el gas de la Coca-Cola es como el desamor;
Si dejas quieta la lata, el gas no suena.
Si lo dejas estar, la herida no escuece.Pero, si remueves rápidamente la lata, el gas suena de tal manera que parecen brasas.
Si urgas en la herida, los recuerdos te atacan y acabas muy mal herido, es decir, abrasado por dentro del dolor.Así que, o dejamos de mover la lata... O las brasas se avivan más.
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Lo Que Casi Sin Querer Sangro
PoetryCuando das todo por intentar algo que tal vez suponga tu perdición, tal vez es porque en lo más profundo de tí tienes la tremenda esperanza de que puede que salga bien, de que puedes conseguir un tesoro cavando en las tierras del mismísimo infierno...