-Un café Espresso, por favor.
Soy adicta al café espresso, con dos terrones de azúcar y un poco de canela.
Pero estoy loca por beberme el café de tu mirada, que está bien cargado, y no está en la carta.
-Que sean dos.
Me toca saciarme de cafés Espresso; si hay suerte, me olvidaré del sabor del tuyo.
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Lo Que Casi Sin Querer Sangro
PoetryCuando das todo por intentar algo que tal vez suponga tu perdición, tal vez es porque en lo más profundo de tí tienes la tremenda esperanza de que puede que salga bien, de que puedes conseguir un tesoro cavando en las tierras del mismísimo infierno...