Salimos del edificio sin mediar palabra alguna, y con la cabeza apuntando al suelo.
Me agarró de la muñeca y tiró de mí, lo miré, despacio.-Por favor...
-No. - Le corté. - No lo hagas más difícil de lo que ya es.
Él suspiró, agotado, pero asintió con la cabeza.
-¿Se te olvida algo? ¿Lo has cogido todo?
Yo me giré y con lágrimas en los ojos,
susurré:-No, no lo llevo todo.
Pero tenía la mochila llena.
ESTÁS LEYENDO
Lo Que Casi Sin Querer Sangro
PoetryCuando das todo por intentar algo que tal vez suponga tu perdición, tal vez es porque en lo más profundo de tí tienes la tremenda esperanza de que puede que salga bien, de que puedes conseguir un tesoro cavando en las tierras del mismísimo infierno...