XIX. Él

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Es tatuado y de mirada perdida.
De pelo moreno y de heridas abiertas.

Y aunque él dice que hace ya mucho tiempo que su corazón es incapaz de amar, sé que cuando lo hace (y no son pocas veces) ya no puede parar.

Es de ojos pequeños y de corazón inmenso.
De dura piel y de delicada alma.

Y aunque él siempre niega el estar para los demás, es el primero que acude cuando una rodilla toca suelo.

-Estás hecho de esperanza, chaval. - Le recuerdan una y otra vez.

Y él se pone de morros al oírlo,

Porque sabe que así es,

Y que a pesar de todo lo que le ha pasado y por lo que ha pasado,

Sigue guardando en su bolsillo esa maldita esperanza que tantas veces le ha hecho estrellarse.

Lo Que Casi Sin Querer SangroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora