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-¡¿Y?! – Miroku exclamo a causa de la música fuerte en lo alto a Inuyasha, ambos tomaban una botella de cerveza "Corona".
-¡¿Y qué?! – exclamo Inuyasha.
Ya habían pasados dos horas desde que habían llegado al antro, habían bailado con un par de hermosas mujeres, las cuales ahora se habían ido al baño hace más de veinte minutos.
-¡¿Cómo es ser padre soltero?!
-¡Como te dije fantástico! ¡Tengo mucha ayuda!
-¡De tú secretaria! – exclamo con picardía Miroku - ¡Sí tú no acuestas con ella, lo haré yo! – Inuyasha frunció su ceño, ciertamente molesto.
-¡Oye! ¡Cuida tus palabras! – bramó.
-¡Ah, ah, ah, celoso! – Inuyasha decidió no responderle, y le prestó atención a su celular, había vibrado.
Lo desbloqueo y entró a WhatsApp, el chat de Kagome tenía un mensaje sin leer. Lo abrió y sonrió con encanto. Toco en la foto que ella había enviado, era su hijo y ella acostados en una cama mirando hacía la cámara, se habían tomado una selfie.
Kagome sonreía y su hijo también con unas de sus manitos estirándola hacia arriba como si quisiera tomar el celular entre sus manos. Leyó el mensaje al pie de la foto.
"Bañadito el cochinito, ha tomado toda la leche como niño bueno, lo hice eructar y me ensucio toda la blusa, ahora estamos listos para dormir. P/D aprecia la foto ¡Lo que me costó sacarla!"
Se río y volvió a ver la foto, era una hermosa fotografía de ambos, la guardaría, le haría una copia de seguridad, no ¡Dos copias de seguridad! Y por las dudas la subiría a Facebook en modo privado.
°°°
Llegó a la mansión cerca de las cuatro de la madrugada. No había echo mucho, prácticamente se la paso sentado mirando la foto que Kagome le había enviado mientras esperaba que Miroku terminara de ligar con ambas mujeres, era un completo mujeriego su amigo... al igual que él, sí, pero tal vez... aquel era su pasado. Después de haber dejado a Miroku en un motel con ambas mujeres se marchó a su mansión, no había bebido mucho pero si tenía un sueño terrible.
Sin prender la luz, subió las escaleras y busco a las penumbras su habitación. La lámpara en su mesita de noche alumbraba poca parte de su habitación, pero, lo suficiente como para ver el interior, se detuvo en el lumbral de la puerta.
Kagome y su hijo estaban durmiendo en su cama, Kagome en la esquina derecha, mientras que su hijo muy a su lado en el medio, no podía dejar de sonreír cada vez que veía a su hijo junto a la azabache o viceversa, enserio que aquella vista le encantaba, aquel era su paisaje favorito.
Se sacó su cazadora y sus zapatillas y con suavidad y muy sigiloso se acostó del lado izquierdo, el cual estaba vació. Cerró sus ojos muy pacíficamente, escuchaba las tranquilas respiraciones de su hijo y de Kagome.
Antes de dormir la miro y a su pecho le volvió a dar comezón. Estaba completamente perdido.
°°°
-Arroz con leche me quiero cazar, con una señorita de San Nicolás... que sepa cocer...
-Apurrrr...
-Que sepa bordar...
-Apurrrr...
-¡Que sepa abrir la puerta para ir a jugar...!
-¡Apurrrr...!
-¿Qué haces? – con gracia Inuyasha le pregunto.
Había presenciado toda la canción aniñada. Ella cantaba mientras movía la leche en la mamadera y señalaba a su hijo para que balbuceara y él, inteligentemente lo hacía.
-Señor ¿Acaso ha estado allí durante toda mi presentación artística? – Kagome al verlo se puso sería y le encarno una ceja, su hijo también lo miraba en silencio a espera de una respuesta.
-Les recuerdo a los dos, que están en mi casa y puedo andar por donde se me dé la gana – la mirada seria de ambos le daba gracia.
-Cierto. Daichi, tú papá gana – se encogió de hombros, el pequeño soltó una queja molesto.
-¿Hacías arroz con leche? – pregunto burlón.
-No señor, pero su desayuno ya está listo – en domingo su personal no asistía, por lo que él aquellos días se las tenía que arreglar solo.
Saludo a su bebé en la silla de entrenamiento con una pequeña mesa al frente de él, se sentó a su lado izquierdo y Kagome del lado derecho.
-Anoche dormiste en mi habitación – murmuro Inuyasha dándole un sorbo a su café. Kagome enrojeció y enmudeció mientras le daba la mamadera a Daichi, quien ya ponía sus manitas alrededor del cilindro.
-En mi defensa, usted dijo que podía dormir en cualquier habitación – aclaró no apartando la vista del pequeño, no quería mirar los dorados ojos de su jefe, la pondría nerviosa – Y lo que paso en realidad fue que, sí, me fui a otra habitación, pero Daichi no se sentía cómodo, probé en su cuna, tampoco, probé en otra cama, menos. Así que probé en su cama señor – se encogió de hombros – Ay sí, apenas apoyo su cabeza, después de sacarnos la foto, cayo dormido y después yo, claro, no lo dejaría dormir solo al pequeño ¿Verdad cariño, verdad? - le hizo truchas al pequeño quien se reía haciendo caer leche de la tetina mojando su babero.
-Estás despeinada – aun así, se ve muy hermosa pensó Inuyasha con una sonrisa.
-Ah, sí – levemente se sonrojo – Esperaba a que usted se levantará para poder ir a prepararme y marcharme – e Inuyasha borro su sonrisa al escucharla - ¿Cómo la paso anoche señor?
-Podrías por favor, dejar de tratarme de "usted" ¡Somos de la misma edad Kagome! – reprocho.
-Lo siento se... es que es la costumbre – sonrió con nerviosismo.
-No estamos en horario laboral...
-Lo sé, lo sé señor... señor Inuyasha, ah... Inuyasha – Inuyasha se río de la dificultad de su secretaria – Bueno ¿Y cómo la paso anoche?
-Bastante bien – mintió – De hecho, creo que me hacía falta salir – mintió otra vez – Tal vez el próximo mes vuelva – dudaba de aquello.
Anoche no se sentía en su lugar, sentía como que no tendría que estar allí, sino en otro lugar mucho más importante, con otras personas en especiales. Inuyasha después de haber recibido aquella foto, solo deseo en toda la noche, estar con su hijo y con la hermosa azabache, Kagome.
-Qué bueno señor – ella también mintió.
°°°
¿Qué tal el capítulo? ¿Les va gustando? ¿Creen que necesita algo más? ¡Diganme mis queridos!
Mis queridos... mi notebook necesita arreglo T_T
He hecho una copia de todos mis documentos y estoy subiendo desde una computadora ajena :c
Comentar y votar mis queridos ¡Nos leemos!
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ᴘᴀᴅʀᴇ ꜱᴏʟᴛᴇʀᴏ
Fiksi PenggemarInuxKag (¬¬) PADRE SOLTERO Inuyasha Taisho, un hombre exitoso y con un hijo. Es un genio cuando se trata de cerrar tratos con exitosos empresarios, o con nuevas ideas para el progreso de sus corporaciones, también es muy bueno con los números ¡Oh...