45: Par de lujuriosos.

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Sango y Miroku parte 4.

Sango se abrazaba así misma refregando sus manos en sus brazos tratando de darse calor.

Miroku, una vez más había sido su salvación. Nuevamente Miroku la había salvado y los sentimientos que nunca se fueron pero que si ocultaba habían resurgido.

Sintió como en sus hombros se deslizaba una fina y suave tela, el frío desapareció un poco. Detuvo sus pasos al sentir detrás suyo una presencia.

-¿Qué haces aquí? - las ganas de llorar invadieron a Sango al ver a Miroku.

-¿Estás bien? - ignoro Miroku la pregunta de la castaña.

-¡Claro! ¿por qué no lo estaría? - y unas lágrimas traicioneras desbordaron de sus ojos.

Miroku la abrazo, refregando con sus manos la espalda y omóplatos de la castaña tratando de tranquilizarla.

-Estás llorando - Sango lo apreto, y oculto su rostro en el hueco entre el cuello y hombro del ojizarco.

-Soy una persona terrible...soy terrible-  sollozaba hipando entre los brazos calidos y seguros del peli negro.

°°°
Miroku la llevo a su departamento ya que la castaña no le habia dicho la dirección del suyo-a pesar de qué el si la sabía, prefirió guardar silencio- Sango lo siguió.

Se sentaron en el sofá de cuerpo entero en la sala del departamento de Miroku, en silencio se miraron de frente. Ella con los ojos rojos y rencorosos y él con su mirada culpable.

-Gracias-  solto Sango sorprendiendo a Miroku, el guardo silencio para que la hermosa castaña hablará más - yo...me odio, odio en lo que me convertí-  sin llanto esta vez pero con su mirada arrepentida lo miro - soy una persona terrible, me meto con hombres casados y arruino sus matrimonios, soy una puta. Mi vida y yo misma me encuentro arruinada.

-Cállate-  con brusquedad la callo - no te insultes ni pienses de esa manera. Kagome te conoce, yo te conozco como realmente eres, una hermosa mujer con un enorme corazón bondadoso. Eres la mujer que en mi adolescencia ame y que hasta ahora lo sigo haciendo.

-Miroku - Sango se hizo para atrás asombrada - por como nosotros terminamos, es que decidí ser lo que ahora soy. Tú no eres bueno para mi y yo no soy buena para ti...

En un movimiento rápido Miroku la tomo de las caderas y la acercó a él, sus narices se rozaban. Subio una mano y le acarició la mejilla con delicadeza, paso su dedo pulgar por los labios carnosos y rosados de la castaña.

-Déjame a mí decidir si no eres buena para mi - y tomo los labios de Sango entre los suyos.

Ambos recordaron las sensaciones del pasado, lo que un beso de ellos provocaba. Sus sentimientos se encontraban más profundizados y todo el tiempo que estuvieron separados los hizo anhelar más y más los besos y pronto...las caricias.

Sango entrego una vez más su corazón al único hombre que amo. Y Miroku también, la castaña fue la única que logró llegar al corazón del peli negro, ella es la única mujer a la que él ama.

La entrega a la lujuria es más placentera cuando hay sentimientos intensos como la que está pareja poseía.

°°°

Sango abrió sus ojos en cuanto las imágenes de hace unas horas golpearon su conciencia.

Ella estaba recostada encima del torso de Miroku con unas de sus piernas desnuda encima de la cadera del peli negro, él la abrazaba con una mano en su angosta espalda.

ᴘᴀᴅʀᴇ ꜱᴏʟᴛᴇʀᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora