ᴘᴀᴅʀᴇ ꜱᴏʟᴛᴇʀᴏ

33: La primera de muchas...

33

-¡Amiga! - Kagome fue recibida euforicamente por su amiga la castaña, claramente estaba borracha -¡Te extrañe, te extrañe mucho! - Sango gemia como cachorrito abandonado y se frotaba con la mejilla de la azabache.

-¡Yo también te extrañe Sango! - Kagome se carcajeaba, la actitud de su amiga era habitual - ¿Qué hiciste en mi ausencia? - ambas se snetaron en la alfombra de la sala.

-Oh, ya sabes. Fiesta, tragos, chicos, sexo...

-Qué mujeriega - murmuro recordandole a alguien-  ¿Cuántos?

-Uno para cada día de la semana, los fines de semana libre pero hoy, hice una excepción ya que el viernes no tuve nada-  ambas amigas se carcajearon -Y tú, dime ¿Qué paso en ese viajecillo? Me contabas que ya eran parejas pero ¿hicieron lo que las parejas hacen?

-¿Qué?

-¿Hicieron cosillas? - Sango movía sus cejas marrones de manera graciosa haciendo reir a la azabache.

-Nada de eso lujuriosa - Kagome recordó lo de está noche - Estuvimos así de hacerlo - con sus dedos hizo la seña de "una pizca" - Pero su amigo llegó y nos corto el rollo - se encogió de hombros.

-Vaya suerte la tuya Kagome - Sango bostezo sonoramente y contagió a Kagome, dormir ahora se hizo necesario.

-Dormir - dijeron ambas al unísono dirigiéndose cada una hacia su habitación.

°°°
-Señor Taisho, tiene una reunión en videollamada con los Hayabusa, también tiene que hablar con el director de diseño sobre la revista que se enviará a los Kitsune para la fusión - Kagome término de leer su libreta y levantó su mirada clavandola en las iris doradas de su jefe.

-Qué linda te ves hoy cariño... - murmuro Inuyasha con sonrisa de bobo.

-Gracias-  sonrió sinceramente-  Pero...¿Escucho algo de lo que dije? - cautelosa pregunto.

-Eh... Ah... ¡La fusión con los Hayabusa! - convino algunas palabras que escucho para formular una oración creíble.

-No señor - Kagome desganada se sento en la silla frente al escritorio de su peli plata-  Reunión con Hayabusa por videollamada, revisar revista para la fusión con los Kitsune.

-Ah... Okey - sonrió en modo de disculpa Inuyasha - ¿Ahora tengo algo? - pregunto esperando que la respuesta lo animara.

-Hasta las 13 nada... ¿Por qué Daichi no vino?

-Lo deje con mamá... Al salir vamos por él así juntos nos vamos de compras-  informó Inuyasha- Acaso ¿prefieres verlo a él que a mí?

-Por supuesto que sí, Daichi es mi hombrecito-  Inuyasha fingió desilusión - Pero usted...- Kagome se puso de pie y camino hasta él, abriéndose lugar entre los muslos de su jefe y abrazándolo con sus brazos rodeando el cuello.

-¿Pero yo? - murmuro Inuyasha excitado acercándola aún más sosteniedola con su grandes manos de su cadera.

-Pero usted es mi hombre y la persona que acepte para ser mi pareja y...

-Compartir nuestras vidas-  completo Inuyasha enamorandose aún más de la hermosa azabache-  Kagome...

-Lo amo señor - murmuro Kagome rozando  sus labios con los de su jefe.

-Te amo cariño - sus confesiones fueron selladas por un beso sincero, lleno de sentimientos y fidelidad del par de enamorados.

°°°
El sonido del andador andando por la sala se escuchaba, Daichi le agarro la euforia en cuanto se colocó en su nuevo juguete y empezaba a caminar y caminar siguiendo por detrás a Kagome o Inuyasha por los rincones de la casa, sus risas eran más frecuentes. Le gustaba asustar a sus dos personas favoritas haciendo como que se iba a caer, Kagome e Inuyasha primerisos en todo lo que pasaban se las ingeniaban para no equivocarse... Al menos no todo el tiempo.