ᴘᴀᴅʀᴇ ꜱᴏʟᴛᴇʀᴏ

28: ¿Quieres ser...?

28

-¿Cómo se dormirá? – pregunto Kagome empezando a desvestirse en el interior de la carpa junto con Rin y Daichi, quien ya estaba listo con un bañador y una remera musculosa.

-En una carpa las mujeres y en la otra los hombres– dijo Rin y Kagome asintió en silencio... lo bueno es que ella no dormiría en medio del campo. Ambas se ponían el traje de baño dándose las espaldas.

-Me pondré un corto que traje, no me apetece andar semi desnuda frente a todos.

-Iba a ser lo mismo – se río Rin.

-¿Tú no tendrás problemas? Digo, no sé nada sobre el embarazo pero ¿la panza no se te notará?

-No, en mi familia la panza recién se nos ve a los tres o cuatro meses – le informo.

-Eso es bueno, pero tampoco quiere decir que no le dirás hasta que se te note.

-Se lo diré, pronto se lo diré – Rin se giró ya lista y Kagome justo se terminaba de abrochar el brasear, Daichi solo se concentraba en comer la fruta en sus manos - ¿Lista?

-Vamos – ambas salieron del interior de la carpa, primero Rin que lucía un brasear con líneas de colores negras, marrones y naranjas ajustando a la perfección sus senos que desde el momento se los veía más grande a causa del embarazo. Kagome salió junto con Daichi en brazos y ella lucía uno con estampado de flores con unas tiras de adornos entre el inicio de los senos y en donde se dividían.

-Qué envidia de pechos – murmuro Rin mirándolos – Me sacaré varias fotos para demostrar que en algún momento las tuve así – se tomó con sus manos ambos pechos y frotándolos entre sí haciendo carajear a Kagome.

-Vamos al agua antes de que esté la comida – sugirió Kagome empezando a acercarse a la laguna, amas con una toalla en su hombro y vistiendo cortos negros a la cintura dejando a la vista sus vientre planos y con su cabello recogido en una coleta alta al igual que el cabello plata de Daichi.

-¿No le piensa cortar el cabello Inuyasha? – pregunto Rin, después de haberse metido al igual, haber chapuceado junto con Kagome para jugar con Daichi y de sumergirse debajo de la catarata. Ahora descansaban sentadas en una gran roca con sus pies sumergidos en el agua.

-No lo sé, pero le queda lindo... - sonrió Kagome a Daichi alisando la coleta de cabello plata – Creo que lo distingue de ser un Taisho.

-¿No está pasando nada entre tú y mi cuñado?

-Nos besamos y todo, menos el sexo. Pero no somos nada – se encogió de hombros en compañía de una triste sonrisa.

-¿Desde cuándo que sientes cosas por él?

-Él me gusta desde siempre. Es un hombre apuesto obvio, pero... empecé a sentir cosas por él en cuanto vi su lado paterno, como cuida a Daichi, como se comporta... todo eso me hizo gustar aún más de él.

-Te has enamorado.

-Creo que sí, de él y de Daichi.

-¡Es tan hermoso! – exclamo entusiasta Rin dando un aplauso.

-¡El almuerzo está listo! – la voz de Izayoi se escuchó a los lejos y ellas automáticamente se pusieron de pie junto con Daichi en brazos de Rin.

°°°

-Oye... ¿no crees que el pecho de Rin creció? – Inuyasha le había susurrado a su hermano al ver a ambas mujeres llegar junto con su hijo.

-¿Y tú desde cuando ves el pecho de mi mujer? – le mascullo molestó Sesshomaru.

-Oye, oye... solo es una observación – Inuyasha levanto sus manos alejándose.