ᴘᴀᴅʀᴇ ꜱᴏʟᴛᴇʀᴏ

40: Visita inesperada.

40

-¿Sabías algo de lo que Miroku hoy contó?

-Sabía de Ryu, días después de iniciar una relación Sango lo término. Supongo que fue para estar con Miroku. Ella nunca me lo menciono, pero en esos tiempos solo escuche comentarios como: "Maldito mujeriego" "Lo amo pero es un inútil" y "No volveré a enamorarme, usaré a los hombres cómo el usa a las mujeres" - Inuyasha con su torso desnudo estaba en la cama y Kagome en la puerta del baño con una bata de seda- Parece un tema serio y me sentí mal por Miroku...

-Yo no - Inuyasha se encogió de hombros - si la ama, pero el no hace nada por que ella lo perdone o por cambiar, es un mujeriego.

-Tu lo fuiste Inuyasha - recordó Kagome.

-Sí, lo fui exacto - asintió- necesite enamorarme para cambiar. Creo que Miroku no la ama lo suficiente, sino cambiaría.

-No todos son como tú, cada uno puede amar de diferentes maneras - Kagome lanzo un suspiro -¿Te gusto tu fiesta de cumpleaños? - decidió cambiar de tema.

-Dejando de lado que interrumpí a mi primo Hakudoshi en pleno acto sexual con Sango, sí todo fue estupendo - sonrió Inuyasha y Kagome se carcajeo - Muchas gracias cariño...

-Te falta abrir un regalo - seductora Kagome empezó a caminar hacia él - Solo tira - Inuyasha y su excitación se hicieron presente, en sus manos tomo la tira que Kagome le tendía.

Al ir estirando de esa tira la bata de Kagome lentamente se abrió dejando un hueco en medio, trago grueso al ver lo que su pareja llevaba puesto.

-Dios Kagome...- excitado murmuro Inuyasha.

-Es tu color favorito amor - Kagome término de retirarse la bata dejando en todo su esplendor la indecente lenceria roja.

-El mejor regalo de este día - Inuyasha se puso de pie, deslizo sus manos por los espacios de piel descubierta de su azabache- cariño, hagamos un hermanito para Daichi...- y seguido de carcajadas por parte de ella, Inuyasha se lanzo como un depredador en busca de su hembra.

°°°

-¿De quién es el turno ahora de cumplir años? - amorosamente Kagome decía acurrucando a Daichi haciéndolo reir.

-¡Yo! - exclamó el pequeño.

De trajecito con tirantes y su cabello plata muy bien arreglado. El día del cumpleaños del pequeño había llegado.

-Hoy se cumplen diez meses desde que llegaste a nuestras vidas mi pequeño- Inuyasha llego y lo tomo en brazos con orgullo y mirada tan paterna - Estoy muy feliz de tenerte en mi vida hijo y a tu mami igual, gracias a ti ella está con nosotros, así que sigue reteniendola - sonrió Inuyasha atrayendo a Kagome junto con él.

-Daichi, dile a papi como te sientes- Kagome sonrió, se alejo un poco, saco su celular del bolsillo de su vestido y empezó a grabar, había esperado tanto por esto.

-Papi te quero - su dulce voz fue música para Inuyasha, se quedó mudo y quieto de la impresión- ¡Papi te quero! - Inuyasha se mordió los labios, se dejo ir y pego un sollozo.

-¡Oh dios! - murmuro Inuyasha.

-Papi te quero musho...

-Yo también hijo, yo también. Te amo hijo - abrazo a Daichi, el pequeño abrazaba a su padre desde el cuello dándole palmadas - Los amo - miro a Kagome quién tampoco no pudo evitar derramar lágrimas de felicidad - Los amo...- Kagome termino el video y se unió al abrazo.

-Ma...pa amo yo - el pequeño rió al recibir besos de sus padres.

-Ay dios, soy feliz, muy feliz...