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-¿Cómo es? No, ¿Quién es? ¿Lo conozco? ¿Acaso trabaja aquí? – Inuyasha molesto le exigió respuestas a Kagome, quien se empezó a carcajear de la actitud de su jefe – No te rías, respóndeme.
-Es que señor... es muy gracioso... verlo de esta manera – no paraba de carcajearse Kagome, mientras Daichi solo la miraba con sus ojos completamente abiertos.
-¡Respóndeme Kagome!
-¡Ababab babab baaaa! – grito Daichi también con sus cejas negras fruncidas mirándola con la espalda ahora contra el pecho de su padre.
-Okey, sí. Usted lo conoce perfectamente y sí, trabaja aquí – le sonrió con gracia, esperaba y al menos su jefe le entendiera el mensaje y su mirada delatadora porque, no le salían las palabras correctas para poder expresarse completamente, no sabía cómo decirle que ella lo había empezado a ver como un hombre, el hombre del cual gustaba.
-No me andes con rodeos solo...- la puerta de la oficina del peli plata se abrió de golpe dejando ver a la figura femenina de su madre, Izayoi había irrumpido en el momento - ¿Mamá?
-¡Ay hijo! – exclamo Izayoi con euforia, Kagome e Inuyasha con Daichi en sus brazos se pusieron de pie – Buenos días querida – con una sonrisa amable le saludó a la azabache.
-Buenos días Iza.
-¡Nieto mío! – la matriarca Taisho se abalanzó hasta el pequeño, tomándolo de los brazos de su hijo sin ningún consentimiento, Daichi sonrío abiertamente al ver a su abuela – Ya me reconoce...- murmuro con ternura.
-Está creciendo muy rápido – concordó Kagome.
-Lo sé – sollozó Izayoi dramática – No quiero que crezca rápido, mis hijos los hicieron por eso no quiero que Daichi lo haga...
-Mamá ¿No crees que esa decisión será tomada por mi hijo, en el momento? – Inuyasha con fastidio le comentó. Estaba fastidiado, su madre había interrumpido el momento entre él y la azabache.
-Tú cállate – cortante respondió e Inuyasha suspiro.
-Mamá ¿A qué has venido?
-¡Cierto! – exclamo la mayor al recordar su visita – Vine a recordarte sobre las vacaciones de todos los años, obligatorio obvio – pronuncio autoritaria Izayoi, Kagome sonrió con gracia al ver la expresión impaciente y frustrante de su jefe.
-Mamá...
-¡No! Obligatorio dije, así que empieza a hacer las maletas tuyas y del pequeño Daichi.
-Kagome también ira – lanzó de repente Inuyasha mirando fijamente a la azabache.
-¡¿Qué?! – exclamo sorprendida Kagome casi fulminándolo con la mirada.
-¿Kagome ira? – pronuncio Izayoi confundida.
-Ah, no... no Iza...
-¡Por supuesto que ira! Se acerca su cumpleaños y ella nunca ha estado frente a tanta nieve, que se, es muy fanática. Por lo que este año, le podemos dar como regalo estás vacaciones junto a nosotros con nieve alrededor – con aquellas palabras y su don de negociar, convenció a su madre de aquella teoría.
-¡Fantástico! Estaremos encantados de que nos acompañes querida, siempre y cuando no lleves a tu prometido he, he...- Izayoi le guiño el ojo con picardía, confundiendo aún más a la azabache.
-¿Prometido? Ah, no... claro que no ¿Por qué piensan que...? – e Izayoi la interrumpió.
-Prepara tu equipaje querida, salimos en una semana – odiaba que la interrumpieran por lo que solo asintió suspirando, olvidando el lio el cual su jefe le había metido – Okey, me voy ¡bai bai! – exclamo devolviendo a su nieto a los brazos de su hijo, despidiéndose de él con besos en ambas mejillas.
La puerta se cerró y quedaron nuevamente los tres en la habitación, Kagome molesta, Inuyasha nervioso y Daichi entretenido con los botones de la camisa de su papá.
-Yyyyy...- con nerviosismo soltó la primera letra que se le cruzo por la cabeza.
-No iré – bramo Kagome poniendo sus brazos entrecruzados debajo de sus pechos.
-Oh vamos, ¡Por favor!
-¡No! ¡Dije que no iré y punto!
°°°
¿Que piensan de estos Taisho's? :&
Comentar y votar mis queridos ¡Nos leemos!
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ᴘᴀᴅʀᴇ ꜱᴏʟᴛᴇʀᴏ
FanficInuxKag (¬¬) PADRE SOLTERO Inuyasha Taisho, un hombre exitoso y con un hijo. Es un genio cuando se trata de cerrar tratos con exitosos empresarios, o con nuevas ideas para el progreso de sus corporaciones, también es muy bueno con los números ¡Oh...