ᴘᴀᴅʀᴇ ꜱᴏʟᴛᴇʀᴏ

24: Propuesta.

24

-Detesto cuando se comporta así – bramo Inuyasha en su habitación junto con Kagome y Daichi, ya había pasado la hora de la cena y ahora se preparaban para dormir.

-Es... es poco común, igual me gusta Izayoi – sonrió Kagome recordando a la agradable mujer.

-Eso es bueno – Inuyasha se recostó en la cama con su hijo en el medio, dejando espacio vació en el lado derecho de la cama. Y Kagome ahora con una pijama de musculosa y pantalón largo se recostó y Daichi recostó su cabeza en el vientre de Kagome, y los pies en el de su padre con los ojos bien abiertos, tardaría en dormirse.

-¿No tienes sueño?

-Baaaa – respondió Daichi.

-¿Enserio Koga es apuesto? – pregunto Inuyasha al recordar la forzada conversación en la cena dirigida por su madre.

-¿Qué? – lanzó una risita Kagome sin dejar de acariciar la cabeza y orejas de Daichi, quien parecía relajado.

-Que si Koga es apuesto – blanqueo los ojos.

-Ah... pues usted es su primo, debería de saberlo.

-Para mí es un lobo sucio, quiero saber tú opinión.

-Sí, es apuesto – se encogió de hombros.

-¿Y yo?

-También es apuesto – sin dudarlo respondió e Inuyasha frunció su ceño - ¿Se puso celoso? – con diversión en sus ojos le pregunto.

-¿Celoso? – se preguntó auto señalándose y Kagome asintió con una sonrisa divertida - ¿Yo celoso? ¡¿Yo?! ¡Ja! No, nada que ver – Kagome solo sonrió y pensó en la palabra que lo definía mejor a su jefe: orgulloso.

-Entonces no le molestará que pase tiempo con él ¿Cierto?

-¿Qué? Digo ¿Por qué mierda...?

-¡Shhh! Hay un niño presente – reprocho su vocabulario.

-¿Por qué M deberías de pasar tiempo con él?

-¿Porque quiero? – se encogió de hombros.

-¿Piensas obedecer las palabras de mi madre?

-No, pero Koga es alguien agradable así que ¿Por qué no? – trataba de quebrar el orgullo de su jefe, pero al parecer lo mantenía firme.

-¿Y yo que? – Inuyasha parecía dolido.

-¿Y usted qué?

-¿Qué hay de nosotros?

-¿Nosotros? Señor, usted no me dejo en claro que somos algo, sí nos besuqueamos y otras cosas más pero... usted no lo aclaró.

-O sea que...

-Sí señor. Bueno creo que es hora de dormir – se tapó con la sabana junto con Daichi sobre ella, Inuyasha se puso de pie y se dirigió hacia la puerta - ¿Señor?

– Vuelvo en un rato, tengo que hablar con Sesshomaru. Y a tú pregunta anterior, anterior... Sí, estoy celoso – y salió de la habitación dejando a una azabache sonriente.

-Lo sabía. ¿Ves Daichi? Así se presiona a un hombre.

-¡Baaaba!

°°°

-¿¡Que!?

-¿Puedes detener un momento tú acto sexual y hablar conmigo?

-¡No, vete!

-¡Es importante!

-¡Que te vayas!

-¡Por favor!

-¡Largo!

-Hermano... - Inuyasha puso su oreja en la puerta de madera no escuchando ninguna negatividad de su hermano mayor. Se apartó en cuanto escuchó unos pasos y murmullos.

-Espero y sea importante estúpido – salió Sesshomaru de su habitación con solo su pantalón y su torso descubierto, ambos se dirigieron hacía la cocina - ¿Qué es?

-Kagome y yo nos besamos y de todo menos el sexo – le informo Inuyasha a Sesshomaru sirviéndose un vaso de zumo.

-Aja ¿Y? ¿Dónde está el problema o lo importante? – arqueo una ceja sarcástica.

-Que no somos nada, mientras no seamos nada ella aún está disponible para otros...

-Para Koga- sonrió con malicia.

-¿¡Porque necesariamente para él!? – exclamo con enojo.

-¿Y qué esperas? ¿Una invitación de parte de ella o qué?

-Nunca he tenido una novia, solo chicas. No sé cómo hacer esto – murmuro en tono confidencial.

-En primer lugar, no digas que tuviste chicas... eso es suicidio – dijo en el mismo tono pero con un toque de burla en las palabras.

-No decir que tuve chicas, anotado – hizo una tilde mentalmente tachando aquello de su lista mental - ¿Algo más?

-No le pidas con el típico "¿Quieres ser mi novia?"

-¿Qué? Sesshomaru, el propósito es que ella sea mi novia – recordó.

-Decir aquella palabra es antiguo y no va para tú situación – dijo seguido de un gran bostezo.

-¿Mi situación? – confundido pregunto.

-Eres padre, tienes un hijo. No sugiero que le pidas ser tú novia, pídele que sea tu pareja.

-Ooooh bien, eso suena más serio y eso es lo que quiero – anoto el consejo de su hermano en una lista mental - ¿Cómo se lo pido?

-Mmm... algún restaurante algo elegante.

-Ah no, no. Ella odia lo elegante – recordaba las veces que su pronto pareja se negaba a acompañarlo a algún almuerzo o cena de negocios en algún restaurante lujoso y elegante solo porque aquel ambiente no iba con ella.

-Entonces organiza una salida, un picnic... piensa en algo que le gustaría – Inuyasha asentía a todo lo dicho.

-¿Así lo hiciste con Rin?

-No, yo no hice nada de esto.

-¿Qué?

-Rin me pidió ser su novio – se encogió de hombros con un leve sonrojo y sutil sonrisa.

-¿Entonces porque carajos ando pidiéndote consejos a ti? – exclamo desesperado.

-Ni yo lo sé.

-Estoy perdido.

-Hazlo, tal vez funcione.

-¿Y sí no?

-Estoy seguro que te dará otra oportunidad... o no ¿Qué se yo? Ya me voy tengo sueño – Sesshomaru se puso de pie y se marchó dejando a un pensativo Inuyasha.

-Tal vez el tempano tenga razón. Tal vez si funcione ¿Cierto?

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¡Nos leemos!