Illegal body // YOONMIN?

17.

A duras penas había aceptado ir con Jin a su ex lugar de trabajo, seguía sin ánimos, seguía muy dolido y lo único que deseaba era correr a los brazos de Yoongi, esos eran sus pensamientos mientras caminaban bajo el resplandeciente sol.

Nam y Bang compraron la comida favorita de Jimin en sus intentos para hacer que comiera algo pues Jin les comentó que no había comido nada sólido desde el día en el que todo se descontroló. Cuando los chicos llegaron, Jimin les sonrió con tristeza y sin decir ni una palabra fue a sentarse al sofá, nuevamente con esa mirada apagada y perdida.

—Jimin, ¿no tienes hambre? Compramos fideos del lugar que tanto te gusta. — Nam le acercó un platillo, pero el castaño inmediatamente negó con la cabeza. — Tienes que comer algo, por favor...no está bien que te descuides así...

—No tengo apetito, lo siento...pero gracias por todo lo que hacen por mi.

Nam suspiró volteando a ver a Bang y Jin quienes también observaban con preocupación desde su lugar.

...

Entre el tráfico Yoongi conducía directo al prostíbulo donde justamente había conocido a Jimi no estaba tan consciente de lo que hacía en ese momento, no tenía buen razonamiento que incluso conducía en alta velocidad y se pasaba alguna que otra señal de tráfico. Llegó y aparcó el auto justo a fuera de la puerta del escondido lugar, bajó del auto y cerró la puerta para después asegurarlas con la llave automática. Suspiró mirando con detenimiento y algo pensativo el establecimiento.

—Así que de aquí saliste.

Sin más decidió entrar, como era medio día no había absolutamente nadie, ni si quiera personal. Examinó cada rincón y recordó el día en el que se conocieron realmente, aunque se acababa de enterar de esto unos días atrás. Fue subiendo las escaleras en búsqueda de él, escuchó ruidos en una de las habitaciones de
al fondo así que fue acercándose muy seguro de si mismo, sin importarle qué pudiera pasar después.

—Bueno, está bien...

Pudieron convencer a Jimin para que comiera, al momento de tomar los palillos de metal levantó la cara y vio al hombre que tanto amaba parado en el marco de la puerta, impresionado por esto, soltó los palillos de repente y por su actitud los demás giraron la cabeza para enterarse de que estaba viendo con tanto terror.

—Yoongi... — Jin susurró.

—Qué decepción encontrarte en este maldito lugar. — Yoongi se atrevió a hablar sin expresión alguna, mirando fijamente a Jimin. Tenía la mínima esperanza de no encontrarlo ahí, que estuviera ahí lo hacía pensar que no había recapacitado y que había vuelto como si nada hubiese pasado — Pero ya que estoy aquí... — Sacó un fajo de billetes y se los aventó a Nam, para después dirigirse a Jimin tomándolo del brazo con brusquedad, haciendo que se levantara y que al mismo tiempo caminara. — Quiero tus servicios, para eso sirves, ¿no?

Escuchar esas palabras sin dudarlo hizo que Jimin nuevamente se destrozara, entre la agresiva caminata y otros pensamientos mil lágrimas ya rodaban por su mejillas. Bang y Nam intentaron detener a Yoongi, pero cuando los alcanzaron ya se había encerrado con llave en una de las habitaciones de servicio.

Yoongi lanzó a la cama con rudeza y fue desabrochando el cinturón que traía puesto y después el botón.

—Haz tú maldito trabajo que para eso pagué. — Yoongi estaba irreconocible, se acomodó encima de Jimin y él solo negaba y le suplicaba que parara.

—Por favor detente... por favor hyung...

—Te di mi dinero y ahora cumples. — Intentaba besarlo a la fuerza y desnudarlo, pero Jimin se resistía totalmente. A pesar de que lo veía llorando y suplicando que se detuviera, Yoongi seguía.