Capítulo 2

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(Zoe)


Me mire una última vez más en el espejo.

Uniforme, listo. Zapatos, listos. Vendas para aplanar el pecho, listas. La viva imagen de mi hermano. No había ni una pulgada de Zoe en el espejo.

Salí del baño de la que será mi habitación en el internado.

Al final logré convencer a mis padres, me dejaban siempre que fuera bajo mi responsabilidad. Ellos no se iban a responsabilizar si acaba mal o me descubren.

Por lo único que me lamento es de dejar a mi abuelo solo pero como él dijo algún día me tocara volar del nido.

Nos inventamos la historia de que había perdido la memoria y que recordaba nada y a nadie. Así por lo menos no la liare mucho.

Justo cuando salí del baño picaron a la puerta.

-Voy.

Era el encargado de las habitaciones junto a un chico bastante fuerte, bastante guapo, pelirrojo y un poco más alto que yo.

-Señorito Nolan, le presento a compañero de habitación Shaun –nos presentó el encargado- Ya está al corriente de las normas. Los dejo para que Shaun se instale.

Se fue dejándome a solas con Shaun, entro al cuarto y lanzo sus cosas sobre la cama vacía. No parecía especialmente contento de verme.

-Me habían dicho que te habías suicidado –dice poniendo media sonrisa en la cara.

-Fue un accidente ¿Nos conocemos? –pregunte fingiendo una cara de confusión.

-¿Ya no me recuerdas?

-Lo siento, en el accidente perdí mis recuerdos.

-Te lo vas a pasar genial en clase –dice sin disimular su sarcasmo.

-Eso espero –dije sonriendo, ignorando su sarcasmo descarado.

Salimos para empezar a ir a las clases. El internado consistía en dos edificios, el de los dormitorios y el otro el de las clases.

Yo tenía que ir mirando un pequeño mapa si no me quería perder demasiado. Shaun se fue a su clase y yo encontré la mía.

Entre y toda, sin exagerar, toda la clase se me quedo mirando. Un chico del fondo al verme sonrió y vino hacia mi junto con dos más a su espalda.

-Pero si has vuelto –dijo cuando estuvo frente a mí.

-Perdona ¿Quién eres? –pregunte lo más amable que pude.

-Entonces los rumores son ciertos. Has perdido tus recuerdos.

-Si después del accidente no recuerdo nada.

-Deja que te dé la bienvenida.

Cogió la papelera que estaba al lado de la puerta y tiro, rápidamente, todo lo que contenía sobre mí.

-¡¿PERO QUE HACES, IMBECIL?! –grite fuera de mis casillas.

No era propio de mi hermano alzar la voz de esta manera pero yo no lo puedo evitar. Yo soy más ruda.

Me quite la basura de encima y di una bofetada al chico. Toda la clase quedo impactada por lo que había hecho. Me hacían sentir como que la había cagado de manera monumental, sus caras lo decían todo.

-Te voy a matar –dijo el chico.

Salí corriendo, se puso a seguirme. Me metí en el servicio y me encerré en un baño con pestillo.

-¡ABRE COBARDE! –gritaba mientras empujaba la puerta, pero como le había puesto el pestillo no podía abrirla.

-No te voy a abrir.

-Como quieras, voy a seguir presionándote como antes hasta que mueras. Chicos pásame la fregona.

Empecé a escuchar como trasteaban al otro lado de la puerta del baño y de repente por la parte de arriba mi tiraron el agua de la fregona. Casi grito del susto. Corrieron fuera del servicio.

Intente abrir la puerta pero no podía, la habían atrancado con la fregona. Me subí de pie en el retrete, salte para salir del baño por la parte de arriba. Fui a salir del servicio pero esta puerta también la habían bloqueado.

-Mierda...

Estaba toda mojada, tenía frio y olía fatal. Estaba cabreadísima. Tenía por seguro que esto no iba a acabar así, me vengaría eso lo tenía clarísimo.

Me mire a los espejos, estaba hecha un asco ¿Era así como trataban a Nolan? ¿Todos lo trataban así o tiene amigos? Tenía ganas de llorar, pero no les daría el gusto.

Vi la pequeña ventana del servicio, me asome, podía salir tranquilamente y así lo hice. Una vez fuera me dirigí a los dormitorios.

-Por lo que veo has tenido una buena vuelta al internado ¿eh? –dijo un chico de otra clase apareciendo a mi lado.

Le mire de reojo pero seguí caminando, no estaba de humor para seguirle el juego a este tío.

Era moreno, un poco más alto que yo, atlético. Él típico que si fuera una escuela mixta sería el más popular entre las chicas.

-¿Ya te has arrepentido de volver? –pregunto riéndose de mí.

-Vete a la mierda –dije marcando cada palabra antes de entrar al edificio.

Me dirigí a mi dormitorio, el chico se había quedado fuera. Cerré el dormitorio con llave. Así solo podría entrar Shaun con su llave.

Cogí ropa limpia y me encerré en el baño para tomar una ducha tranquila y poderme sacar este olor asqueroso.

Una vez bajo los chorros me puse a pensar en todo lo que había pasado y en los cabrones que me habían tirado el agua sucia.

¿Estaba todo el mundo en contra de Nolan? ¿Tenía algún amigo? Y si es así ¿Dónde está? No me podía creer que mi hermano había estado aguantando a esta gente, le estaban haciendo acoso escolar y los profesores no parecían notarlo.

Tenía que haber algún motivo para todo esto. Yo iba a averiguarlo, para eso había venido aquí. Pero no podía imaginar que mi hermano hubiera hecho algo malo a alguien, eso es más de mi estilo, Nolan es mejor persona que yo.

Lo primero que tenía que hacer era averiguar los nombres de esos tíos. Siempre les podía llamar cabrones pero eso parecía que eran todos los de aquí. Solo es el nombre de mi compañero Shaun, que aún no sabía si era un cabron total o solo parcial.

Cuando salí del baño decidí salir a comer fuera, así conocía un poco el lugar. Cogí la cartera, el móvil y las llaves y lo coloque todo en los bolsillos ya que no podía usar bolso.

ZoeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora