Capítulo 50 Final

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(Zoe)


Había pasado una semana desde que Nolan y Mónica me habían encerrado en este almacén.

Cada día Mónica o Nolan venían a dejarme algo para comer y me dormían cada vez que me ponía nerviosa o les atacaba para poder escaparme.

Estaba desesperada por salir ya de aquí, me estaba volviendo loca.

No podía dejar de pensar en que estaba pasando fuera ¿Pensaran que me he perdido? ¿Qué estoy muerta? ¿Qué habrá pasado con Enzo? ¿Qué habrá sido de él? ¿Cuándo pensaban liberarme?

No me puedo quedar aquí quieta. Tengo que tratar de salir de aquí. Por eso me encontraba con una horquilla intentando abrir la cerradura, como en las películas.

Hasta me emocione cuando escuche el "clic" que indicaba que había abierto la puerta. No me demore más en salir del almacén y correr por las calle para ir al internado.

Nolan, Mónica, prepararos porque allá voy.


******


Fui directa por el campus, y encontré a Nolan y Mónica. Que se sorprendieron muchísimo al verme aparecer.

-¿Cómo que estar aquí? –pregunto Mónica.

Sin responderle una sola palabra le di un puñetazo en la cara sin pensármelo dos veces. Tenía mucha ira contra ella.

-¿Cómo te atreves a encerrarme una semana? –Pregunte mientras la tiraba al suelo antes de girarme a Nolan- Y tú también Nolan.

-Pégame si quieres pero no tendrás a Enzo –me dijo con superioridad.

Le di una patada en el estómago que lo doblo y se cayó al suelo, junto con Mónica.

-Solo te preocupas de ti mismo. Todo era tuyo desde el momento en el que naciste. Tuviste a nuestros padres a nuestra familia solo preocupados por ti. Tuviste ropa y zapatos buenos, comida... mientras que yo solo podía usar lo que tú tirabas. Tú fuiste a una guardería privada, mientras yo me quedaba en casa y jugaba con juguetes rotos que tú ya no querías en el patio para no molestar a nuestros padres. ¡Cuando llegamos a la escuela tú fuiste a uno mejor y yo a uno de mierda! ¡Hasta he tenido que trabajar para pagarte los estudios cuando yo apenas he podido cuidar de mi misma! –Se quedó mirándome como si no supiera nada, sabía que estaba fingiendo porque la gente estaba empezando a acercarse- ¡Por tu culpa he tenido que sacrificarlo todo! ¿Y piensas robarme a la persona que realmente amo?

-Zoe... -susurro.

-¿Zoe? ¡Estas viva! –escuche la voz de Shaun y Troy a mi espalda.

-Chicos –me acerque a ellos.

-¿Cómo puede ser? –Pregunto Shaun.

-Pensábamos que estabas muerta. Que no habías sobrevivido –comento Troy al mismo tiempo.

-Nolan me saco del agua.

-Entonces ¿Por qué solo volvió él?

-Entre Nolan y Mónica me encerraron en un almacén durante toda esta semana.

-¿Qué? ¿Se atrevieron a encerrarte?

-Si... no sé por qué lo hicieron.

-La razón es Enzo –dijo Shaun claramente.

-No puedes quedarte aquí. Enzo se marcha acaba de ir.

-¿A dónde? –pregunte nerviosa.

-Él, como todos, pensaba que estabas muerta y se va al extranjero, a América. Acaba de irse en el taxi –aclaro Shaun.

-¡¿QUÉ?!

Shaun, Troy y yo corrimos a la calle para pedir un taxi. Escuche como Mónica nos gritaba y antes de lograr alcanzarnos Nolan se interpuso, parándola. Estaba ayudándome reteniéndola mientras yo corría.

Si mi destino es que estemos juntos, Enzo y yo, nadie podrá detenernos.


******


En cuanto llegamos al aeropuerto preguntamos por el vuelo que había cogido Enzo. Nos indicaron que ya las puertas estaban cerradas y que los pasajeros estaban embarcando. También preguntamos si había alguna manera de subir o parar el vuelo, era imposible hacer eso.

Shaun llamó mi atención y me dio un beso en la mejilla.

-Confía en mí. Yo parare el vuelo.

-¿Qué hablas? ¿Qué vas a hacer?

-Aunque te esté ayudando a que estés con Enzo. No me he rendido y él no me ha ganado. Pero si continuo persiguiéndote mi orgullo no me lo permitiría, así que te rechazo yo mismo.

Dicho esto se fue corriendo por un pasillo saltando una valla de seguridad. No tenía ni idea de adónde iba a ir. Troy también se fue con él.

Los guardias no tardaron en correr tras ellos.

Me acerque al mostrador y le pedí que si podían dar un aviso al avión.


(Enzo)


Estábamos ya todos los pasajeros en el avión, pero no arrancaba y la gente se estaba empezando a impacientarse.

-La vía está bloqueada ahora mismo. Habrá un ligero retraso en el vuelo por ello. Pedimos disculpas y rogamos que sean pacientes hasta que liberemos la pista –dijeron por megafonía.

La gente empezó a quejarse y a mirar por las ventanas, también mire por la ventana y vi a Troy y Shaun corriendo a lo loco por la pista mientras los guardias les seguían ¿Qué hacen esos ahí? ¿Se han vuelto locos? ¿Qué hacen ahí?

-Pasajeros ¿Alguno de vosotros es Enzo? –pregunto una de las azafatas.

Levante la mano y la azafata se acercó.

-¿Hay algún problema? –pregunte rezando para que no fuera nada que me relacionara con las tonterías de Troy y Shaun.

-Nos ha llegado un mensaje desde la terminal que nos ha informado que una persona llamada Zoe Edwards la busca.

No podía ser... pero lo tenía que comprobar por mi cuenta así que corrí para salir del avión, ignorando a la azafata y llegar a la terminal. Por el camino vi como Troy y Shaun eran detenidos. Tenía que acordarme de darles las gracias de parar el avión si era real que Zoe estaba esperándome.

Corrí hasta que vi una figura sentada en el suelo mirando como un avión despegaba mientras lloraba. ¡Era Zoe!

-Zoe... -la llame.

Me miro sorprendida, se levantó corriendo.

-¿De verdad eres tú? –me obligue a preguntar.

-Sí, de verdad que si –dijo apretando su camisa para que se notaran sus senos- Nolan me salvo del oleaje, pero entre él y Mónica me encerraron durante una semana, me acabo de escapar. Tienes que creerme –me decía desesperada.

La abrace con todas mis fuerzas, pegándola por completo a mi cuerpo.

-Gracias por seguir viva.

-Perdón por hacer caso a mi hermano y hacer lo que él quería. Ahora viviré para mí misma. Lo prometo. Si salgo contigo y hay gente en contra de nosotros como Nolan, Mónica o tus padres... me dará igual estoy decidida a salir contigo ahora mismo –dijo a modo de declaración- bueno... claro... siempre que quieras salir conmigo, yo no...

-Claro que saldré contigo –dije abrazándola aún más fuerte- te amo Zoe.

-Yo también te amo, Enzo.

Eso fue lo último que pudo decir antes de que uniera nuestros labios tan profundamente que nos olvidáramos de donde estábamos y de lo que había pasado.

A partir de ahora todo iba a ser diferente, me prometí a mí mismo.

ZoeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora