Capítulo 8

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(Zoe)


-Deja de actuar. ¿Dónde está la chica que estaba aquí anoche?

-¿Chica? –pregunte haciéndome la loca e haciéndole quedar como un loco.

Se quedó pensativo por un momento antes de exclamar motivado.

-¡Lo tengo! Tú contrataste a esa chica para volverme loco ¿verdad?

-No tengo ni idea de que me estás hablando –dije intentando aguantarme la risa que tenía al ver su cara confusa.

-Es por eso que ato a ese tío desnudo... Olvida eso –dijo haciendo gestos con las manos- y dime donde esta esa puta.

-No sé con quién has estado hablando esta mañana pero yo ni siquiera sé quién es esa chica –dije enfadada interiormente por el insulto- pero te recuerdo que yo estaba aquí con los demás, el único que salió fuiste tú, él único que la vio fuiste tú por lo que me hace sospechar que eres tú el que la conoce.

-¿Vas a seguir diciendo mierdas así? –dijo desafiándome con la mirada y agarrándome por las solapas del uniforme.

-Realmente no lo sé –conteste soltando a la fuerza sus manos de mi uniforme.

-¿Vas a ser de esta manera? Me vas a hacer vigilarte desde esta misma mañana. No te me vas a escapar –me amenazo.

-Lo que tú digas –dije restándole importancia.

-Veremos...

Tal como dijo Shaun me siguió todo el camino, desde los dormitorios hasta la entrada del internado, pendiente a cada movimiento que hacía.

Era como añadir otro problema a la lista de todos los que ya tenía. Lo que me faltaba. Nunca debí beber cerveza con ellos... estoy loca.

Aproveché que un grupo de chicos paro a Shaun, para hablar con él, mientras yo me adelante para entrar en la clase.

Nada más abrir la puerta mis compañeros de clase me recibieron tirándome un cubo de agua de la fregona, por como olía, lo que provoco seguidamente las risas y las burlas del tipo:

-¿Te has duchado con agua de cloaca?

-Que mal hueles...

-Esta podrido.

Hoy no tenía ganas de pelear. Tenía resaca y me dolía la cabeza. Salí de la clase ignorando a todos y sus comentarios.

Tenía que calmarme para no volver y darles una paliza a todos. Paciencia, pronto tendrán lo que se merecen por hacerle estas cosas a mi hermano. Iba pensando mientras caminaba por los pasillos.

Justo cuando iba a bajar las escaleras note como un par de manos me empujaban por la espalda haciendo que me caiga por ellas. Rodé todos los escalones hasta caer en el siguiente rellano.

Me levante adolorida, con toda la intención de volver a subir y buscar al que me haya empujado y tirarle para que notara lo que se siente, cuando acabe de levantarme me encontré frente a Enzo.

-¿Tu otra vez? –Pregunto Enzo.

-Estoy bien, por si te lo preguntabas –dije mientras me sacudía un poco la ropa.

Me dolía la cabeza de los golpes e inconscientemente me toque la cabeza en busca de sangre.

De repente Enzo me cogió la cara entre sus manos acercándome un poco a él. Nos quedamos mirándonos en silencio durante unos momentos. El momento lo corto la voz de Shaun. Al escucharlo me di cuenta de la situación.

Como lo viera Shaun me perseguiría otra ve y me haría más preguntas.

-¿Qué haces? Déjame ir –dije al tiempo que me soltaba de Enzo.

Salí corriendo para llegar a los dormitorios.

¿Enzo había reconocido mi cara? Parecía que si ¿Ha averiguado que son chica? ¿Me ha reconocido del otro día?

Note como alguien corría tras de mí. Al girarme vi que era Shaun. Que pesado es. ¿Acaso me iba a seguir hasta el baño? Si me sigue hasta los dormitorios no podre ducharme en paz. Mierda. Tenía que buscar otra alternativa. Intentar despistarlo.

Mire alrededor, buscando algún atajo o alguna manera de despistarlo cuando vi la casa de Mónica. Fui hasta allí. Sabía que Shaun no me seguiría hasta allí.

Pique a la puerta y enseguida apareció Mónica.

-Oh... Nolan, eres tú. ¿Pasa algo que vienes así? –dijo señalando mi sucia ropa.

-Sí, estoy bien. Sé que es demasiado repentino pero... ¿podría tomar una ducha aquí?

-Por supuesto pasa –dijo dejándome pasar y guiándome hasta el baño- Espera te dejare ropa de mi padre. Te vendrá grande pero servirá.

En cuanto me la dio me metí en la ducha. Luego me vestí con la ropa que me había prestado que tal como había dicho me venida grande, pero gracias al cinturón no había ningún problema, aparte de que no me sentara bien, pero me serviría para llegar al dormitorio. Limpie como pude mi ropa.

-¿Ya estás bien? –Me pregunto Mónica en cuanto salí del baño.

-Sí, siento las molestias –me disculpe.

-¿Se te olvido? Te dije que si estabas en problemas vengas a mí. Estoy de tu lado Nolan –dijo sonriendo.

-Mónica... Lo que me dijiste sobre la cara oculta de Enzo... yo no sé qué... -comente recordando las palabras que me dijo Mónica.

-No te iba a contar eso pero no te sorprendas –dijo interrumpiéndome- A ti te...

-¿Qué? –la apremie a continuar.

-Te gustaba Enzo –dijo sin tono de broma, dejándome por un momento en shock.

-¿Eh? ¿Quieres decir que yo admiraba a Enzo? No recuerdo nada de eso –dije pensando que se refería a gustar de manera platónica.

-Eso no es así. A ti te gustaba Enzo, de manera romántica. Te gustaba de gustar.

¿Qué está diciendo? Entonces ¿Nolan es gay? ¿Cómo que yo no sabía nada? No sé ni que pensar. Mónica me coge por los hombros como intentándome reconfortar.

-Te entiendo, porque aunque sea un hombre quien mire a Enzo, sigue siendo perfecto y Enzo fue él que se acercó primero así que...

-¿Enzo se acercó a mi primero? –pregunte confusa.

-La verdad es que Enzo se te confeso primero. Él dijo que le gustabas.

-No me lo puedo creer. Entonces ¿Enzo es gay?

No lo entendía. Entonces ¿porque me beso en el centro comercial?

-Eso no lo sé –me respondió Mónica.

-¿Eh?

-Enzo solo estaba jugando con tus sentimientos.

ZoeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora