(Zoe)
No sé cómo he llegado a esta situación. ¿Qué se supone que tengo que hacer ahora?
-No ha habido ninguna chica que se haya negado a estar conmigo, hasta ahora. Tú también te enamoraras de mi –dijo susurrando en mi oído. Haciendo que mi piel se erizara involuntariamente.
Me puso tan nerviosa que hice lo más infalible contra un chico. Le di un rodillazo en sus reales bolas, haciendo que se encogiera agarrándose todo el asunto mientras gemía de dolor. Lo que podía aprovechar para salir por la ventana otra vez, esta vez usando la sabana en vez de la toalla.
Fui directa a la ventana del baño de mi habitación. Entre haciendo el menor ruido posible. Una vez dentro me quede en silencio. No podía escuchar nada al otro lado de la puerta por lo que abrí poco a poco y mire por la habitación. No había nadie. Shaun ha debido de irse. Seguramente a buscar a una mujer desnuda por el campus.
Me vestí de Nolan y guarde bien la peluca, esperaba no tener que usarla en un buen tiempo.
Como ya era tarde la cafetería estaría cerrada y se me iba a hacer tarde encontrar algún lugar donde pillar algo para cenar, por lo que salí a buscar algo para cenar.
-Hola –dijo una chica parándose frente a mí.
Mire a mis lados para ver si era a mi o a alguien que estuviera detrás pero no. Era a mí.
-Emm... Hola.
-¿Qué te pasa Nolan? Estás raro.
-¿Te conozco?
-¿No te acuerdas de mí? –Pregunto confusa- Soy Mónica.
-Perdón, no me acurdo.
-¿Cómo puede ser? –pregunto sorprendida.
-Lo siento, no me acuerdo. He sufrido un accidente hace poco y la memoria aún no está en forma.
-¿Un accidente? ¿Qué te ha pasado? –pregunto escandalizada.
-Nada grave, ya estoy bien. Físicamente –dije para calmarla.
-Me alego. Ahora me tendré que presentar otra vez –dijo sonriendo- por cierto ¿A dónde ibas?
-Iba a buscar algo para cenar.
-Yo te invito a mi casa, está aquí al lado. Además está todo cerrado a esta hora.
-Pero...
-No es la primera vez que te quedas a cenar en mi casa. Estábamos bastante unidos antes de tu accidente.
-Bueno... de acuerdo. Gracias por la invitación.
No es que tuviera más opciones de cenar algo. Además Mónica y Nolan parecían haber tenido una relación de amistad. Podía notar que Mónica era dulce y simpática del tipo de chicas que se juntaban con Nolan desde siempre.
Su casa no estaba lejos del internado, por no decir que estaba justo al lado.
-Que cerca.
-Sí, verdad.
Abrió la puerta y me ofreció a entrar. Entre delante de ella.
-Tu casa es muy bonita –dije pensando en que es algo que Nolan diría, al ver la casa decorada de una forma tan cursi.
-Gracias –dice riéndose- dijiste lo mismo la primera vez que viniste.
-¿En serio?
Eso significaba que no era la primera vez que Nolan entraba aquí y por la forma de hablar de Mónica tampoco era la única vez que venía.
-Sí, la verdad es que es la casa de mis padres pero vivo sola aquí.
-¿Y eso?
-Ellos viven en el internado. Mi padre es el director del internado.
-¿Director?
Eso podía ser un problema si me pillan aquí.
-Si, por eso me siento sola a veces. Soy una chica y no se me permite entrar en el internado. Y no te preocupes mi padre sabe que somos amigos por lo que no preguntara que haces aquí –dijo riendo, parecía que me había leído la mente- vamos a cenar y hablamos.
-¿En serio no te meterás en un lio?
-No, tranquilo. Siéntate, voy a preparar algo para cenar.
Cuando Mónica salió del comedor me di una vuelta para ver la decoración, fotos y demás para poder entretenerme.
Una foto llamo mi atención. Era una fotografía de cuando era pequeña. Salía Mónica junto a tres personas más, dos chicos y una chica. Cogí la fotografía al parecerme familiar uno de los chicos.
-Este es... -susurre para mí.
-Es de cuando iba a primaria- Mónica aparece por detrás- son Alan, Enzo y esta chica es la hermana pequeña de Enzo. Es un año más pequeña que nosotros. Y esta de las coletitas soy yo.
-¿Enzo?
-Lo conoces ¿verdad?
-Sí, se quién es. He tenido el honor de cruzármelo un par de veces –digo suspirando.
-La familia de Enzo y la mía han sido muy cercanas desde siempre, por lo que nos juntábamos mucho. Alan vivía cerca y se nos unía también. Era muy divertido estar todos juntos, en ese entonces.
-Ya veo... -dije poniendo la foto en su sitio.
-Es por eso que lo conozco muy bien, también su lado oculto, el que esconde tras su fachada de estudiante modélico.
-¿Lado oscuro?
-La verdad es que me hizo mucho daño –dijo bajando la mirada, triste.
-¿Eh?
¿Qué tipo de daño pudo hacerle a Mónica? No parece ser una chica que se meta en problemas así como así.
-Nolan ¿puedo pedirte un favor?
-¿Qué?
-Véngate de Enzo por mí, por favor –suplico.
-¿Qué dices? –pregunte escandalizada.
-A pesar de que dije que es una venganza, no me refería a algo grande, si pudieras entenderme...
-Pero ¿Cómo puedo yo hacer tal cosa? Soy un don nadie en la escuela –le interrumpí.
-Tú puedes hacer mucho, no te subestimes. Además él fue el primero en hacerte daño.
-¿Eso es cierto? Pero igualmente...
Si lo que decía Mónica era cierto... y Enzo tiene la culpa del suicidio de Nolan... entonces se convertiría en una víctima mía. Pensé molesta.
Entonces Mónica me agarra del mentón y, sin pensárselo dos veces, junto sus labios a los míos. Me quede tan impactada que por unos segundos me quede de piedra.
-¿Qué haces? –le grite empujándola suavemente de mi lado y limpiándome los labios con la manga.
-¿Me vas a ayudar, verdad? –me pregunto haciéndome ojitos de cachorrillo abandonado.
¿Qué rayos le pasa a esta chica? No era como creía que era. Me fui de su casa sin decirle nada.
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Zoe
RomanceDe alguna manera acabe estudiando en un internado masculino, disfrazada como mi hermano, para averiguar qué era lo que había llevado a mi hermano a querer suicidarse.