(Zoe)
Pude notar la brisa salada antes de ver el mar. Me había llevado a la playa. Aparco la moto en el paseo marítimo. Bajo el primero para luego ayudarme a mí.
-La playa –dijo como si no fuera obvio.
-Ahora no habrá nada ni nadie que nos moleste –dijo guiándome para caminar por la arena.
-Pero hemos ido muy lejos del internado. Es muy tarde...
-Ya que has venido a verme tan tarde, al menos debería recompensártelo de esta manera –dijo poniéndose frente a mí y cogiéndome la cara entre sus manos.
-¿No dijiste que no me ibas a tocar? –pregunte cuando acerco su cara un poco a la mía.
-Eso era mientras estuviéramos en el campus... pero ya no estamos –dijo sonriendo con picardía mientras se acercaba un poco más.
-No te dejo –dije poniendo mi mano en sus labios y empujándolo suavemente hacia atrás.
Di un par de pasos hacia atrás, dejando espacio entre nosotros.
-Te doy cinco segundos para correr si te pillo ¿Podre hacer lo que quiera?
-¿Qué? Ni hablar –dije antes de salir corriendo por la arena.
-Demasiado tarde –dijo antes de contar hasta cinco antes de salir corriendo hacia mí.
¿Pero a que venía esta situación? ¿Por qué nos habíamos puesto a jugar a "píllame si puedes"?
Vi que estaba a punto de llegar a cogerme cuando di medio giro lo que le hizo perder el equilibrio y freno por unos momentos, aproveche su despiste para ponerme en ventaja. Duro muy poco la ventaja antes de que me levantara en volandas.
-Te tengo –dijo triunfal, mirándome a los ojos.
Vi como empezaba a meterse en el agua.
-Ni se te ocurra. Bájame –le pedí.
-Tú lo has querido –dijo sonriendo maliciosamente antes de tirarme al agua.
-¿Por qué lo has hecho? –pregunte molesta y empapada.
Enzo solo se reía, por lo que aproveche para levantarme y tirarle a él conmigo.
-Ahora ya estamos los dos igualados.
-Eso parece –dijo riendo feliz.
Nos estuvimos riendo un rato salpicándonos y jugando en el agua.
******
Estaba de vuelta a la habitación, ya vestida con el uniforme de Nolan, después de haber hecho que Enzo me llevara a mi supuesta casa.
Había sido arriesgado estas esta noche con Enzo, pero me ha gustado, me lo he pasado mejor que en toda mi vida. Encima me ha respetado y no me ha besado. Hoy estaba con un buen humor. Es la primera vez que lo veo reír de esa manera tan relajada.
Me encantaría poder volver a salir como hoy... ¿En qué estoy pensando? Me tengo que concentrar. No estoy saliendo con el de verdad. Estoy fingiendo serlo por venganza. Me auto recrimine.
Pero por otro lado ¿no estará Shaun muy cabreado?
En cuanto entre lo vi mirando por la ventana. Rece para que no llevara ahí todo el rato y no me hubiera visto volver.
-¿Acabas de volver? –me pregunto.
-Si.
-¿Por qué te ha llevado tanto tiempo correr?
-Es porque me divertía mucho así que... ¿Como que no estas durmiendo a estas horas Shaun? –pregunte para cambiar el tema.
Se acerco a mí al tiempo que se iba quitando la camiseta.
-¿Qué haces? –pregunte dudosa de querer saber la respuesta.
Shaun se acercó a mí hasta cogerme la cara entre sus manos.
-Dime quien es mejor si Enzo o yo.
-¿Qué? –pregunte sorprendida por su pregunta.
-¿Por qué dudas? A que yo molo más –exigió mi respuesta zarandeándome un poco. Hasta que vio mi cara de incredulidad- sabes que mejor me voy a duchar y luego dormiré.
Dicho esto se fue a la ducha. No sabía si podría quitarme esa imagen de la cabeza en breve.
Tal como pensé la mañana siguiente no fue muy cómoda. Me encontré con Shaun y Troy hablando y este último me llamo.
Pero la conversación fue tan tensa que hasta Troy pareció notarlo por lo que decidí seguir caminando. Evitando a la gente me di un paseo y luego volví a la habitación.
Sabía que Shaun no estaría por lo que entre más relajada. Hasta que vi que igualmente había alguien dentro.
Jeni, la hermana de Enzo.
-Bienvenido –me saludo.
-Jeni, ¿Qué haces aquí? –pregunte sorprendida.
-¿Qué quieres decir? No es raro que entre en el cuarto del chico con el que salgo.
-Pero... Ya que esto es un internado masculino, podrían extenderse malos rumores –dije.
-¿Malos rumores? ¿Qué te crees que vengo a hacer contigo?
-No he dicho nada por el estilo.
-Tengo ser ¿Podrías ir a buscarme una fanta de naranja?
-¿Fanta de naranja? No tenemos de eso en nuestros dormitorios.
-¡Si no hay tendrás que salir a comprarme uno! –m exigió con voz chillona mientras me sacaba de mi propia habitación.
¿Qué demonios? Si no fuese la hermana de Enzo le habría dado una paliza. ¿En qué me he convertido? ¿en su mayordomo o qué? Iba maldiciéndola mientras me dirigía a comprarle el refresco.
Me había costado encontrarlo más de lo que esperaba.
Vi como Jeni se dirigía a la salida del internado.
-Aquí tienes tu refresco dije ofreciéndoselo.
-No lo necesito –dijo tirándolo al suelo enfadada.
-Hey ¿Qué haces?
-Quiero irme –dijo siguiendo su camino.
Me entraron ganas de darle un puñetazo en la cara cuando paso por mi lado.
Pero en ese momento sonó mi teléfono. Era un número desconocido. Que me dijeron que fuera a la parte de atrás del internado antes de colgar. Me habían hablado a mí como yo, como Zoe. Por lo que tuve que ir al baño donde ya había dejado ropa mía en la taquilla.
Cuando salí y rodee el edificio del internado encontrándome con cinco chicos con chaquetas de cuero negro, con tachuelas. Y oliendo a tabaco desde antes de verlos.
-¿Zoe? –pregunto el del medio.
¿A que vienen esos chicos con pinta de gánsteres?
-Si. ¿Eres tu él que me ha llamado?
-Si –sonriendo con malicia.
-¿Qué quieres? –pregunte desconfiada.
-No hay necesidad de una discusión larga. Se nos ha encargado que te demos una paliza.
-¿Perdona? ¿Darme una paliza?
-No te asustes demasiado, solo te pegaremos hasta que estés tranquila y entonces nos lo pasaremos bien –dijo antes de acercare con todo su grupo.
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Zoe
RomanceDe alguna manera acabe estudiando en un internado masculino, disfrazada como mi hermano, para averiguar qué era lo que había llevado a mi hermano a querer suicidarse.