Vidas Cruzadas

Capítulo 21: ¿Termina la pesadilla?

Escuchaba voces a su alrededor, abrió lentamente los párpados, acostumbrándose a la luz del lugar, parpadeo y miró a su alrededor, viendo a sus amigos frente a él, rodeando la cama del hospital.

–¿ Qué ocurrió?  –busco con la mirada a Teshimine y lo vio al fondo recargando en la pared, sus brazos los tenía cruzados sobre su pecho.

–Te secuestraron y te trajeron al hospital.

La voz de Shido lleno el ambiente, al menos ya no estaba ahí, estaba a salvo y con sus amigos. Asintió y se llevó las manos a su rostro, le dolía, sobre todo las costillas.

–¿Cómo es que pasó todo eso Ginji? –Kazuki lo miro a los ojos, sabía que nadie quería tocar el tema directamente, pero era necesario saberlo, y más con lo que había dicho Teshimine.

–Yo… –miro de reojo a Ban, le dolía que lo negará, pero si con ella era feliz tenía que aceptarlo, al final de eso se trataba el amor. –Salí para ir a la casa de Shido, estaba por tomar un taxi y ese tipo dijo mi nombre y me golpeó –, la primera vez que se lo contó a Teshimine no le había costado tanto decirlo, pero ahora ya, lo que quería era olvidar esas horas –, después desperté en ese lugar.

Se encogió de hombros y agachó la mirada, sabía que ese tipo buscaba a Ban, y ahora más que nunca estaba preocupado por él, pero simplemente no podía hacer nada y menos en su actual estado.

–Deberíamos dejarlo dormir –la voz del peliplateado hizo que levantará la mirada para verlo, le sonreía y eso lo relajaba, estaba seguro ahí.

–Concuerdo contigo, pero no lo podemos dejar solo.

–No te preocupes Shido, yo me quedaré. Necesito hablar sobre algunas cosas con él. –Teshimine se acercó, poniéndose al lado de la cama.
–No confío en ti.

–Lo sé, pero no te preocupes, no pienso hacerle más daño. Además cómo se los dije, estaré un tiempo por aquí y no sé si él quiera vivir conmigo.

Todos lo miraron sorprendidos, no esperaban un comentario así, pero sobre todo no querían que volviera a pasar algo que lastimara a Ginji.

–Él vive conmigo.

Fue la primera vez que hablo, sentía todas las miradas sobre él, pero no importaba, quería poder estar unos minutos con Ginji y hablar sobre lo que pasó.

–Midou tal vez él ya no quiere. Primero hablaré con él, después puedes hacerlo tú.

–Dejen que Ginji decida con quién quiere hablar, no es como si él no hablara y decidiera que hacer.

Kazuki los veía con enojo, debían de tener en cuenta lo que quería su amigo, pero lo único que veía era a dos hombres tratando de ver quién ganaba la atención de Ginji.

–Teshimine lo siento, hablaré con Ban. –Volteó a verlo, pensó que se enojaría pero en el rostro se formaba una sonrisa y asentía con la cabeza.

–Sí eso es lo que deseas, yo lo acepto.

–Gracias. –Sin más hizo una pequeña inclinación y salió de ahí.

Todos lo veían sorprendidos, jamás habían pensado que le dijera eso.

–Entonces los dejamos solos.

Shido lo vio a los ojos, dándole confianza, lo mismo que Kazuki, y segundos después desaparecieron por la puerta, dejando un ambiente pesado.

Ginji se sentó en la cama, puso una mueca por el dolor y lo miro. Lo había extrañado, pero también necesitaban aclarar la entrevista, después de esa plática tomaría una decisión.