Capítulo 12: Recuperación

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😢 ya no pude subir otro capítulo ayer...
Aquí está la continuación. 
Espero que les guste! 

La canción del final es de un artista Coreano que se llama Ahn Jae Wook,  la canción es ALWAYS BESIDE YOU. 

*****


Ban llego al hospital, la tormenta de esa noche no ayudó a su aspecto, haciéndolo ver más dramático. Miraba de reojo a Ginji, que cada vez se veía más pálido. Una enfermera al verlo corrió hacia él, haciéndole señas a otra enfermera para que se acercará con una camilla.

–Por favor, ayúdenlo –pidió mirándola.

Llegó la otra enfermera con la camilla y el ojiazul recostó al rubio.

–Lo llevaremos con un doctor, usted no podrá pasar –Ban asentía, lo único que quería era que lo revisaran. –Por favor, acompáñame para llenar unas hojas.

Ban veía como la otra se llevaba a Ginji que seguía sin reaccionar, asintió y aún desorientado, acompaño a la enfermera a la recepción para llenar unas hojas con los datos del rubio.

Término de llenarlas y la enfermera le dijo que en cuanto tuvieran noticias de su amigo le avisarían.

Él agradeció y sacó su celular, buscando el número de Kazuki, tenía que informarle sobre Ginji. Le contestó al cuarto tono, y después de explicarle lo necesario, su amigo dijo que estaría ahí lo más rápido que pudiera.

Estar en la sala de espera era la peor de las torturas, el ambiente era pesado y su mente era un torbellino, pensando lo peor y tratando de calmarse.

Cada que se abría la puerta se levantaba de su lugar pensando que le dirían algo sobre el rubio, pero nada. Sin poder contenerse más se levantó y empezó a caminar en círculos.

–Tienes que recuperarte... por favor... –decía en voz baja, mientras pasaba sus manos por su cabello.

La puerta se abrió y una enfermera se acercó a él.

–¿Eres familiar de Ginji Amano?

–Si, ¿cómo se encuentra? –examinaba la expresión de la chica, deseando que le dijera que todo estaría bien.

–Está estable, el médico encargado vendrá en unos minutos a informarle con más detalle. –Ban dejo escapar un suspiro de alivio, la enfermera le sonrió ante esto –en este momento lo están pasando a su habitación, en cuanto pueda pasar a verlo, le avisaré.

Él le sonrió a la enfermera en señal de agradecimiento, está sólo asintió y se fue de ahí. Segundos después vio como la puerta se volvía a abrir y Shido caminaba hacia él.

–¿Qué diablos le hiciste? –al llegar lo tomó de su camisa, mirándolo con enfado.

Ban lo tomó de sus manos, intentando quitárselo de encima. Pero el otro no cedía al contrario lo apretaba con más fuerza.

–Tranquilo chico mono –con eso lo único que hizo fue aumentar el enojo, por lo que continuo –, él está bien. Me acaban de informar que está estable. –Shido lo seguía agarrando, quería que le dijera todo lo que había pasado. –Un doctor vendrá a darnos más detalles, lo único que sé es lo que te dije, está estable y lo están pasando a una habitación.

Shido se tranquilizó un poco, lo soltó y puso sus manos en sus sienes.

–¿Qué le ocurrió?

Ban le señalo unos sillones que estaban pegados a la pared, él sin decir más asintió.

Cuando estuvieron sentados Ban respiro profundo, sabía que Shido se enojaría con lo que le diría.

–Lo esperé afuera de su departamento hasta que regresó de su cita, entramos y estábamos hablando bien, pero tuvimos un pequeño conflicto, –se detuvo y miro hacia el frente, pensando que, si se hubiera quedado, todo sería diferente. –Después de eso decidí irme, me quedé afuera de su departamento unos minutos... Al final regresé y –, le costaba decir lo siguiente, que tan mal estaba Ginji como para intentar suicidarse. – ... y lo encontré en la bañera, con las muñecas cortadas.

Shido al escuchar lo último abrió más sus ojos, pensaba que su amigo estaba mejor, que había superado por completo su pasado, pero todos fueron tan idiotas como para no darse cuenta que la realidad era otra.

Se sentía culpable, él debió haberse dado cuenta, debió sospechar algo...

–Eres un estúpido –susurro para sí. –Todo es culpa de Teshimine –apretó sus puños, negando con la cabeza.

–¿Quién es él? –pregunto Ban deseando saber más sobre Ginji.

Sin embargo, nunca se enteró quien era, pues en ese momento se volvió a abrir la puerta, entrando Kazuki y buscándolos con la mirada.

–¿Cómo está? –dijo mirándolos a los dos.

–Está estable, estamos esperando al doctor que lo atendió para que nos dé más informes. –Kazuki asintió –cuando lo pasen a su cuarto nos avisaran para que pasemos a verlo.

–¿Qué le ocurrió? –preguntó mirando a sus dos amigos.

–Aún lo recuerda, fuimos unos estúpidos al pensar que lo había superado... –Shido evadió las miradas de todos, su voz se había quebrado a mitad de la frase.

–No digas eso, todos lo hemos apoyado, esto tarde o temprano iba a pasar. –Kazuki puso una mano sobre su hombro, tratando de calmarlo.

Estuvieron unos segundos en silencio, sin necesidad de decir nada, pero cada uno en su mente se recriminaba.

–Kazuki... –los tres levantaron la mirada, viendo al doctor Jubei.

El mencionado se levantó, para sorpresa de ellos le dio un beso en los labios.

–Yo atendí a Ginji –les dijo mirándolos. –Físicamente está estable, le transferimos sangre, y curamos sus heridas... Lo que más nos preocupa es su estado mental. –Guardo silencio unos segundos, viendo las expresiones de sorpresa –, estamos esperando a Kurodo, él es el que conoce más el historial clínico de Ginji.

–Gracias Jubei –Kazuki lo abrazó, le dolía saber que su amigo volvería a las terapias, ya habían pasado por eso.

–Estaré a tu lado, apoyándote. –dijo el doctor y olvidando el protocolo, abrazo a su pareja. Lo tomó por la cintura y junto sus frentes, le gustaba sentirlo cerca.

Ban y Shido sólo los miraban, recordando a las personas importantes para ellos. Shido cerró los ojos, recordando la sonrisa de Madoka, si ella estuviera ahí, también la abrazaría, claro que lejos de las miradas de curiosos.

Ban se levantó del sillón y camino a la esquina más alejada, dándoles la espalda, se sentía más tranquilo al saber que estaba estable, pero ahora no podía evitar pensar en que había pasado para que atentara contra su vida. Ginji era importante en su vida, y no quería que se alejara de él, deseaba protegerlo.

Con una pequeña sonrisa en sus labios, pensó en una canción, era ideal para expresar lo que sentía en ese momento.

Quiero ver a tus ojos un poco más cerca
Tu amor está dentro de mi corazón, puedes sentirlo.
Aunque sea difícil, No pienses en las cosas tristes.
Te doy todo de mí, aunque no sea demasiado
Perdóname si te hago sentir alguna pena por causa de mi amor
De ahora en adelante viviré para ti

siempre a tu lado, quiero ser feliz
Te amo tal como eres
Deseo ver siempre una sonrisa en tu rostro
Con toda la fuerza del amor que tengo te protegeré

Cuando sientas tristeza puedes llorar en mis brazos
no importa si mojas toda la ropa
eres la única persona que amaré toda la vida
Ahora ya no estarás sola

Si esa canción se la dedicaría a Ginji cuando despertara.

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