Capítulo 22: Regresando a casa.

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Ban los veía desde la puerta, no le gustaba que Teshimine estuviera tan cerca de él, pero no podía evitarlo, era su “amigo” y tenía todo el derecho de estar ahí, sólo que no dejaría que se acercará de más.

Miró a Ginji, sonreía más que nunca, algo que lo hizo sentir mal, le gustaría que sólo por él sonriera de esa manera, jamás había sentido esos celos, por lo que trataba de controlarse, repitiéndose mentalmente que era lo que deseaba su pareja, sobre todo que tenía el derecho de ver a quien él quisiera.

Negó con la cabeza y suspiró, debía darles su espacio, Ginji merecía su confianza. Sin mirarlos salió de ahí, sus pasos lo llevaron a su cuarto, donde hacía mucho que no entraba, específicamente desde que el rubio estaba ahí, el sólo pensar en él hizo que una sonrisa adornara su rostro. Se sentó en su cama y tomó un portarretratos que estaba sobre el buró de madera, se veía a tres personas, una de ellas era él, los otros era Himiko y otro hombre, con su yema delineó la cara del otro, sonriendo con tristeza.

Aún no podía, era muy doloroso el hablar de él, lo mejor era mantenerse así, enterrado en su corazón, donde nadie tocará esa herida. Miró a su alrededor y a pesar de que era su cuarto le era extraño ese lugar, se había acostumbrado tanto a estar con él, que su cuarto lo veía como el suyo.

No se dio cuenta de el tiempo que pasó hasta que escuchó pasos por el corredor, dejo el portarretratos en su lugar y se levantó, al salir vio al peliplateado esperándolo al final del pasillo.

–Pensé que habías escapado –susurro recargándose en la pared

–Ni en tus sueños.

Lo miro con enfado, no le agradaba, algo escondía y eso lo hacía desconfiar de él.

–Pronto lo atraparemos y nos volveremos a ver. Sé que tienes algo que ver con él, pero aún no logro saber todo. Si fueras a la estación de policía y

–No.

–Ginji estuvo en peligro ¿Acaso no te importa?

Su mirada se volvió fría, lo examinaba, podía verlo, pero no entendía nada, no podía hablar sobre eso, era doloroso, era mejor mantenerlo en secretos.

–Lo cuidare, así que no te metas. –Se paró frente a él, no cedería ante eso, nadie se metería en su pasado, era sólo de él y nadie más. 

–Midou no te equivoques, no vuelvas a lastimar a Ginji.

–¡Ban! ¿Ya se fue Teshimine?

La voz dentro de la habitación los distrajo, lo miro por última vez y se dio la vuelta

–Ya conoces la salida.

Sin esperar más fue hacia la habitación de los dos, no quería hablar sobre ese tema y menos con él.


*****


Tras algunas protestas Ginji lo había convencido de ir a ver la tele en la sala, argumento que el médico le había dicho que debía hacer su vida normal, evitando cargar y hacer esfuerzos.

El tenerlo frente a él, entre sus piernas lo hacía sentir bien, podía sentir un calor inundar su pecho, era extraño pero se sentía completo, y no tenía que ver con nada físico, sí, lo deseaba más que nunca, quería sentirlo, ver cómo sus pieles se fundían en una sola, ver cómo el sudor los recorría y se unía creando una nueva esencia de los dos, ver la respiración agitada, las pupilas dilatadas por el placer que sólo él le provocaba, hacer que llegará a los límites del placeres, pero ese día, le era suficiente con sentirlo a su lado.

El sólo pensar en que lo podía haber perdido lo volvía loco, pero debía evitar esos pensamientos, era mejor disfrutar esos momentos.

–¿Qué significa para ti Teshimine?

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