Vidas Cruzadas

Capítulo 28: Enfrentándome al pasado

Ban no dejaba de escuchar las palabras en su cabeza, habían pasado tantos años y aún seguía teniéndole miedo, ¿en verdad eso era vivir? Miro a su alrededor, notando las miradas sobre él, tenía que hacer algo, debía enfrentarlo, sí, le daba miedo, pero deseaba ser feliz sin temer que regresará…

Deseaba estar con Ginji sin tener que ocultarle nada, ser feliz por los años que le quedarán de vida. Se levantó haciendo que los otros dos se sorprendieran.

–Ban, ¿Qué ocurre? –susurro Himiko al ver qué se acercaba a la puerta.

–Lo que debí hacer hace mucho tiempo.

–Midou, estás loco, ese tipo

–Lo sé, pero es momento de enfrentarlo, de todos modos él tiene razón, –al recordar al rubio sonrió –ya no tengo a la persona que más amo, y si dejo que siga apareciendo en mi vida, jamás podré estar con él.

–Podemos encontrar otra manera.

–Chico mono quiero pedirte algo, aunque se que lo harás sin necesidad de decírtelo. –Shido arqueo una ceja, sólo esperaba que no dijera lo que pensaba. – Necesito que cuides a Ginji, me he portado como un imbécil, y él no lo merece, pero no quiero que siga en peligro, es mejor así. –suspiro y decidió contarle un poco más. –Hay un sujeto que me persigue y que hace años mato a un gran amigo, era como mi hermano, este sujeto sólo quiere lastimarme por ello no quiero que Ginji este a mi lado. Mira tu y yo no nos hemos llevado bien, pero te pido que lo cuides... aunque no lo parezca lo amo –otra sonrisa apareció en su rostro, aligerando el peso sobre sus hombros. –Tal vez él ya no me quiera a su lado, y es lo mejor, que haga su vida lejos de mi…

–No digas eso, él te quiere.
Ban negó con la cabeza, no podía permitir que siguiera saliendo lastimado.

–Por favor Ban, no vayas a buscarlo.

La chica hablo rápidamente, intentando detenerlo, sabía que una vez que se le metía algo en la cabeza no cambiaba de opinión, y lo que menos quería era perderlo.

–Tú más que nadie sabe que eso es mentira, ya no puedo seguir así… estar bien unos años, que él regrese y…

Todos se quedaron callados cuando unos golpes fuertes sonaron en la puerta, Shido llevo un dedo a sus labios, y con la mano les indico que se escondieran, Ban negó, haciendo que la chica se acercara tomándolo de su brazo

–Sé que están ahí –esa voz hizo que se quedarán callados, ¿cómo demonios había logrado llegar ahí? –Vamos Midou, se que puedes escucharme, ¡Sal y da la cara como hombre!

Ban intento zafarse del agarre de la chica, cuando lo consiguió Shido lo detuvo, negando con la cabeza, lo mejor era mandarle mensaje a Teshimine. Sacó su celular y le mando un mensaje, diciéndole que el loco que había intentado matar a Ginji estaba afuera del departamento de Ban intentando entrar, nunca se enteró que respondió ya que un balazo se estrelló contra la cerradura y segundos después un ruido fuerte contra ella hizo que por fin se abriera la puerta.

El ojiazul por fin vio de frente al dueño de sus pesadillas, al ser que más odiaba en todo el mundo, por él no podía ser feliz, por él había muerto al que considero su hermano, y por último había intentado matar dos veces a Ginji.

–Midou ya que no eres un hombre, decidí entrar yo mismo. –su boca se torció en una enorme sonrisa, viéndolos a cada uno. –Veo que tienes más amigos.

Ante esto levanto su mano, haciendo que vieran la pistola la cuál empezó a apuntar a cada uno.

–Me pregunto quién será el primero en morir frente a tus ojos.