Las luces del teatro disminuyeron su intensidad, las cortinas del escenario subieron y una sombra se iba acercando al frente. Una luz iluminó a la figura, viendo que se trataba de Ban Midou, sin decir algo empezó a tocar una melodía suave y lenta, dejando a todos cautivados por las notas y la forma en que tocaba el violín.
Ginji no podía apartar la mirada del escenario, en verdad el ojiazul se veía demasiado bien, el sólo verlo hacia que su corazón latiera más rápido. No supo cuánto tiempo había pasado, hasta que escucho como las personas aplaudían y se levantaban de sus asientos. Vio como Ban hacia una inclinación en forma de agradecimiento y salía del escenario.
–¿Tan rápido? –preguntó siguiendo con la vista a Ban.
–Sí no te habías dado cuenta, duro mucho –volteó a verlo a los ojos –, sólo que tú estabas entretenido observándolo –le reclamó Shido.
Antes que el rubio pudiera responderle en el escenario volvía a aparecer una figura, esta vez más baja, hasta que se dieron cuenta que se trataba de Madoka.
Shido se acomodó en su butaca, en verdad le producían muchas cosas esa chiquilla. Ella empezó a tocar algo rápido, haciendo que el público se deleitara, cómo era posible que pudiera toca de esa manera tan rápida y a la vez tan lenta, todo el público estaba absorbido por el talento de Madona.
El rubio estaba impresionado por el talento de la amiga de Kabuki y de Shido, volteó a ver a su amigo y se dio cuenta que no apartaba la mirada de ella, a pesar de que las personas ya aplaudían por su actuación.
–Shido, ¿sigues ahí? –preguntó el rubio al ver que su amigo no reaccionaba.
-Claro, que pensabas –respondió tratando de mirar a otro lado.
-Bueno, yo voy a felicitar a Ban, ¿quieres ir? –dijo el rubio mientras se ponía de pie.
–¿Y para qué quiero ver a ese estúpido? –pregunto mientras se cruzaba de brazos.
–¡No le digas así! –le reclamó mientras se iba.
Kazuki que estaba en la fila de atrás con Jubei, al ver irse a su amigo le hablo.
–Ginji, él estará en los camerinos – le sonrió –, vete derecho, y en el primer pasillo das vuelta a la izquierda –explico guiñándole un ojo.
–¡Gracias Kazu! –gritó feliz, mientras salía corriendo.
–Sólo espero no se pierda o lo saquen por correr –susurró.
Ginji seguía las indicaciones de su amigo, teniendo cuidado en no olvidar por donde había llegado, ese pasillo era muy largo, dio vuelta a la izquierda y para su suerte en la tercera puerta leyó el nombre "Ban Midou".
Se acercó y se quedo unos segundos viendo la puesta, aspiro aire y armándose de valor llamó a la puerta. Pasaron algunos segundos, su corazón le latia a mil por hora toco pero nadie respondía, sin pensar en lo que hacía e invadido por la curiosidad abrió la puerta y asomó la cabeza.
Su mirada se topó con dos personas abrazadas, su sonrisa se borró, su cuerpo se quedó inmovilizado, sabía que debía salir de ahí, pero algo en él no reaccionaba.
Ver que Ban estaba abrazando a una chica no le hizo bien, sintió un dolor en el pecho, salió del trance cuando ella acerco su rostro al del ojiazul, no podía ver eso, si veía como lo besaba... simplemente no podía.
Quería irse de ahí, sentía un nudo en la garganta que impedía que salieran sonidos de su boca, cuando por fin su cuerpo se movió, sin querer hizo ruido con la puerta, tanto la chica como Ban voltearon a verlo.
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Vidas Cruzadas
Fiksi PenggemarGinji trabaja en una veterinaria con su amigo Shido, un día se encuentra con Ban Midou un famoso Violinista. Pasa el tiempo y ambos recuerdan un pasado que quisieran olvidar... ¿podrán superarlo juntos? Los personajes no me perteneces son propiedad...