Vidas Cruzadas

Capítulo 10: Cita y...

La semana pasada ya no pude subir la continuación. Lo siento!

Pero hubo mucho trabajo y no tuve todo el tiempo que quería ;0;

En verdad espero seguir actualizando rápido, sin más que decirles aquí está la continuación, espero que les guste! 😊

*****

Shido salió de la cafetería pensando en si había hecho bien, tal vez debería regresar y detenerlo, tal vez le haría daño a su amigo.

Negó con la cabeza y dejó salir un suspiro, debía relajarse, no ganaría nada si seguía así. Tendría que confiar en Ginji, y si aquel puerco espín se atrevía a lastimarlo, se las pagaría.

Llegó a la veterinaria y arreglo todo para empezar a dar servicio, fue a la parte trasera donde dejó la comida y empezó a desayunar, no sabía cuanto iba a tardar su amigo así que no lo espero.

Cuando término de comer empezó a revisar a los animales que ese día darían de alta. No supo cuanto tiempo había pasado cuando vio que la puerta se abría dejando ver a su amigo, sonreía más de lo normal, por lo que supuso había arreglado las cosas con Midou.

–No quiero que vuelvas a donde estabas antes –lo miro de reojo, viendo que borraba su sonrisa –y ese tipo con cabeza de puerco espín –lo dijo con intención de hacer que su amigo se relajara, al final sólo deseaba que fuera feliz.

El rubio lo vio empezando a hacer un puchero

–Está bien, "Midou"–dijo haciendo énfasis en el apellido – logró que volvieras a estar como antes... –dejo lo que estaba haciendo y levanto la mirada –. No quiero que te vuelvan a separar de mí.

–Lo sé Shido, pero me cuidare, lo prometo.

Le sonrió y Shido deseo con todo su corazón que tuviera razón, que Ban no lo lastimara, ya había pasado por mucho y no merecía más dolor.

–Si te lastima... Me las pagará –susurro sonriéndole.

–Lo sé –Ginji le sonrió, en verdad se sentía querido por su amigo. –¿Qué me compraste para comer? –dijo un chibi Ginji dando saltos en su lugar.

–Nada, estabas muy ocupado así que pensé que no tendrías hambre –, mintió dejando salir una débil risa.

–¡Shidoooo!–exclamó el rubio haciendo un puchero.

–Te compré tu platillo favorito –dijo sonriendo.

–¡Gracias! –agradeció el rubio abrazándolo, después corrió hacia la parte trasera.

Ya era después de mediodía cuando Ginji debía hacer la limpieza de las jaulas de los animales, Shido al ver que se acercaba a la de las serpientes le habló.

–Ginji yo lo hago, no quiero que pase lo mismo.

–Esta vez no me morderán –decía quitando la tapa donde estaban las serpientes. En ese momento la puerta se abrió, haciendo que ambos voltearán.

–Opino lo mismo que Shido, Ginji.

–¡Kazu! –gritó el rubio mientras se acercaba a su amigo, estaba por abrazarlo, pero se dio cuenta de que iba acompañado.

–Hola Ginji, supongo que recordaras al doctor Jubei –dijo Kazuki señalando al hombre que iba a su lado.

–Claro –dijo el rubio tendiéndole la mano.

–Veo que ya se encuentra mejor– le decía Jubei estrechándole la mano.

–Sí, jajaja estoy muy bien –comentó el rubio rascándose la parte trasera de la cabeza