Ginji despertó, sintiendo un fuerte dolor en todo su cuerpo, intento moverse y descubrió que no podía, a su mente regresó todo lo que había pasado pero antes de que abriera los ojos una voz alertó sus sentidos.–Sólo espera un poco más...
Lentamente abrió los ojos, el lugar estaba oscuro, era grande y estaba vacío, él estaba recostado en el suelo en posición fetal, con las piernas y brazos amarrados. Su agresor estaba a unos 3 metros de él mirando hacía la pared. Intentó moverse y ver si así lograba desamarrarse pero lo único que ocasionó fue llamar la atención del otro.
Volteó a verlo y se acercó a paso lento, lo miró con furia y con su pie le movió su rostro, haciéndole daño al presionarlo fuerte.
–Por fin despiertas, en verdad no entiendo que tienes de especial... Eres demasiado ordinario.
Él apretó los dientes, aguantando el dolor que sólo se incrementó. Se le escapó un quejido y el sujeto sonrió, se alejó de él y Ginji cerró los ojos al ver que estaba a punto de recibir otra tanda de patadas en sus costillas. El dolor se incrementaba, pero no podía hacer nada, sólo esperar a que se cansará...
No supo cuánto tiempo había pasado, sólo escuchaba a lo lejos una risa que provocaba miedo, al querer moverse sintió un fuerte dolor en su abdomen, por lo que volvió a quejarse.
–Es momento de hacer que Midou te escuché –la voz se escuchaba detrás de él, haciendo que cerrara los ojos y apretara su mandíbula. –Yo sé que eres su novio –dijo con asco.
–No somos nada... –susurro con la voz entrecortada, su garganta estaba seca, y su cuerpo le dolía más, sin contar con su dolor sentimental al saber que Ban lo había negado.
–¡NO ME MIENTAS! –sintió como su espalda era golpeada –yo lo vi, los vi.
Ginji no respondió, estaba cansado, sólo habían pasado unas horas, pero sentía que llevaba años ahí. Se escuchó silencio y pensó que tendría otro momento de tranquilidad.
–Veamos como reacciona Midou cuando le diga que te tengo a mi merced –. El escuchar esa voz le causaba escalofríos, en ese momento lo que deseaba era que Ban no contestará, después de todo lo quería, y si con eso terminaba de sufrir, estaba bien, el saber que Ban era feliz con la persona que eligió valía la pena...
–No hará nada, no le importó, así que pierdes el tiempo.
Intentó sonar decidido, era mejor que alejará al ojiazul de ese psicópata.
–Eso lo veremos.
Una mano lo volteó, viendo al otro a la cara, su mirada demostraba locura, parecía emocionado. Sacó un celular de su gabardina y marcó un número. Ginji sentía un líquido correr por su cara, cerró los ojos y volvió a abrirlos, enfocando a su agresor.
Escuchó como contestaban la llamada y sin dejar que hablaran dejo salir una risa que jamás olvidaría.
–Ban Midou, tengo algo que es tuyo.
–No soy Midou ¿quién diablos eres?
Ginji reconoció la voz de Shido, y su corazón brinco de alegría, tenía una esperanza de salir de ahí.
ESTÁS LEYENDO
Vidas Cruzadas
FanfictionGinji trabaja en una veterinaria con su amigo Shido, un día se encuentra con Ban Midou un famoso Violinista. Pasa el tiempo y ambos recuerdan un pasado que quisieran olvidar... ¿podrán superarlo juntos? Los personajes no me perteneces son propiedad...