Había pasado más medio año desde que había decidido vivir con el ojiazul, las cosas cada día iban mejor, Ban era muy atento con Ginji, cuando salía de viaje por sus conciertos le dejaba una nota diciéndole que lo extrañaría y la fecha de su regreso, además de que le hablaba diario y se mandaban mensajes durante el día, en su regreso él iba a esperarlo al aeropuerto, y recibía un recuerdo del lugar donde iba.El rubio estaba por terminar su tratamiento con el psicólogo, sólo le faltaban 4 terapias grupales y las personales, pero en su vida todo mejoraba, y sobre todo y lo más importante, se sentía feliz y con más ganas de vivir que nunca.
En ese tiempo todo no había sido miel sobre hojuelas, pero al final las pequeñas discusiones se habían resuelto. Con sus amigos todo mejoraba, había más comunicación y quedaban de verse para comer al menos una vez al mes, aunque Ginji veía a Shido todos los días por el trabajo.
La tarde había iniciado cuando decidieron ver una película, Ban estaba sentado en el sofá con una pierna arriba y otra colgando, Ginji estaba sentado entre sus piernas disfrutando de esa cercanía.
–Recuerda que mañana inicia otra gira, pero regresaré pasado mañana en la tarde –Ginji asintió mientras levantaba su mirada viéndolo a los ojos. El ojiazul beso su frente y tomó el control de la TV.
Ban encendió el televisor en el canal de las noticias, estaba por cambiarle cuando una nota hizo que se congelará y escuchará.
–Ésta madrugada el hospital psiquiátrico "Yume" sufrió un accidente, nos informan que cerca de las 3 am se encendió la alarma de incendios por lo que los pacientes fueron enviados a un área segura. Cuando los bomberos apagaron el incendió informaron que el incidente había iniciado en las cocinas. Una hora después pudieron detenerlo, sin embargo cuando el personal regresó a los pacientes a sus respectivas habitaciones descubrieron que 2 no se encontraban en el lugar. –
Ginji miró como la expresión de Ban cambiaba a una de pánico, estaba por preguntarle qué pasaba cuando se levantó haciéndolo a un lado.
–El director del lugar asegura que están haciendo todo lo posible por encontrarlos, y que estos no son peligrosos.
–Ban, ¿qué pasa? –el rubio se levantó, acercándose a su novio, viendo lo pálido que estaba.
–Esto no puede ser –decía agarrando su cabeza con ambas manos –es mentira, no ahora...
El rubio lo tomó de su brazo, haciendo que reaccionará, antes de que pudiera decir más sonó el celular de Ban.
–Bueno, dime qué no es él... No, no, quédate ahí y no salgas. ¿Te informaron algo más? –Ginji trataba de mirarlo pero Ban se alejó, caminando en círculos –, todo estará bien, te lo prometo. Mañana mismo estaré ahí, necesito arreglar unas cosas con Heven, sí, sí, no salgas y no le habrás a nadie.
Ginji miraba la espalda de Ban, no entendía nada, y eso lo asustaba aún más, jamás había visto así a su novio.
–¿Qué paso? –Ban volteó a verlo y se sorprendió de ver el terror en los ojos de éste, como si se hubiera dado cuenta de algo.
–Necesito arreglar unos papeles con Heven, no sé a qué hora regrese, no salgas de aquí.
–Ban eso no responde mi pregunta, ¿quién te hablo?
–H-Heven, necesito ir con ella.
Ginji asintió, y cuando dio un paso hacia el ojiazul éste retrocedió.
–Tengo que ir por algo a mi habitación.
Ban dejo el teléfono en la mesa y se alejó. Ginji sabía que algo pasaba, miró a la mesa y trató de no ver el móvil pero no podía detenerse, esa llamada lo había alterado. Tragó saliva y lo tomó sintiendo como su corazón se aceleraba. Encendió la pantalla y vio la última llamada, un nudo se instaló en su garganta, sin dejarlo hablar, el nombre que aparecía no era el de la exuberante rubia, era el de Himiko.
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Vidas Cruzadas
FanfictionGinji trabaja en una veterinaria con su amigo Shido, un día se encuentra con Ban Midou un famoso Violinista. Pasa el tiempo y ambos recuerdan un pasado que quisieran olvidar... ¿podrán superarlo juntos? Los personajes no me perteneces son propiedad...