Capítulo 13: Ginji despierta

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Perdón!!!  Apenas pude actualizar, mi trabajo me deja sin energías de nada. 
Aquí está el siguiente capítulo.

Espero que les guste! 

*****


Ban suspiro y con el ánimo mejorado sé dio la vuelta, viendo que todos seguían en la misma posición. Sé acercó aclarándose la garganta.

–Dentro de quince minutos podrán entrar a verlo –dijo Jubei separándose de Kazuki –, sólo será de uno por uno, así que decidan quien entrará primero.

Después de decir esto, beso por última vez a su novio y haciendo una pequeña inclinación salió de ahí.

–Bien, ¿quién entrará? –preguntó Kasuki mirándolos.

–Eso está claro ¿no? –comentó Shido cruzándose de brazos.

Ban asintió, él quería entrar primero, ver que en verdad estaba bien. Pero también sabía que Shido se merecía más el ir en primer lugar.

–... tú entraras primero –.

Los dos se miraron sorprendidos, pensando que intentaría pelear por ser el primero.

–¿Por qué no estás discutiendo? – pregunto Shido, pero Ban sólo se encogió de hombros.

–Vamos Shido, deja que entre primero –.

El mencionado volteo a verlo sintiéndose traicionado, Kazuki sabía lo importante que era para él.

–Estás a favor de esa relación que están comenzando –, afirmo mirándolo con el entrecejo fruncido.

–Si Ginji es feliz, yo lo estaré... –dijo decidido –¿quieres que él sea feliz, cierto?

–Claro que sí –respondió Shido dejando salir un suspiro.

–Entonces deja que Ban entre primero, tú sabes que Ginji desde hace algún tiempo no se sentía atraído por una persona –comentó el modelo acercándose a él, puso una mano sobre el brazo de Shido, y sonriéndole le dio un suave apretón.

–Está bien... pero si te atreves a lastimarlo te las veras conmigo –susurro mirándolo a los ojos.

–No podría lastimarlo –dijo sonriendo, no podría hacerle eso, porque sería como lastimarse a sí mismo. Y lo que más quería era demostrarle que valía la pena seguir viviendo...

–Familiares de Ginji Amano –. Dijo una enfermera en voz alta.

–Somos nosotros –dijo Kazuki mientras los tres se acercaban.

–El paciente ya está en su habitación, podrán pasar de uno en uno a verlo. Es recomendable que no tarden mucho para que todos puedan entrar.

Dejó de hablar unos segundos, viendo si tenían alguna duda, al ver que se quedaron callados les sonrió.

–Muy bien, sígame el que entrará primero.

–Yo pasaré – dijo Ban, la enfermera se dio la vuelta y el ojiazul la siguió.

Caminaron por algunos pasillos, mientras el corazón de Ban latía más rápido, él quería entrar a verlo, pero ahora estaba nervioso.

–Es aquí –escuchó la voz de la enfermera, lo sacó de sus pensamientos, y tras una leve inclinación por parte de ella se fue.

Ban tomó el pomo de la puerta, tan sólo era girar la perilla, porque se le hacía tan difícil, negó con la cabeza y armándose de valor, la giro, abriéndola.

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