Vidas Cruzadas

Capítulo 29: El disparo

–Te sorprende... pensé que te habías dado cuenta –su sonrisa se expandió por su cara, disfrutaba de ese momento.

–¡Eso no explica que hayas matado a Yamato! –sonaba enojado, lo sabía pero no le importaba.

–Sabes la rabia que se siente cuando la persona que te gusta esta con otro y no te hace caso. –Ban se dio cuenta que disminuía la velocidad del auto, y al ver qué se estacionaba su pulso volvió a acelerarse.

–Justo ahora te pasa lo mismo con tu noviecito – se estacionó y volteo a verlo con burla –... sí, ahora te pasa lo mismo, ese Amamos está con otro. – Soltó una carcajada que lo hizo brincar, nunca reaccionaba como pensaba.
Salió del auto acercándose a la puerta del ojiazul, la abrió y lo tomó por el brazo jalándolo, adentrándose a un edificio destruido. Ban miraba a su alrededor tratando de reconocer algo, pero simplemente no había nada que le dijera que ya había estado ahí.

Lo jalo por unas escaleras destruidas, lo único que reinaba en ese lugar era el polvo y alguna que otra rata que corría tras ser vista. Cuando Ban pensó que nunca tendría fin, llegaron a la azotea del último piso, haciendo que el aire bailará entre sus cabellos.

Lo acerco a la orilla, sintiendo como su corazón latía con más fuerza si eso era posible. Estaban a unos 5 metros de altura y no ayudaba que estuviera al lado de un loco.

–Por fin terminaré contigo Midou –sonrió mirándolo al vacío –, ¡por fin no podrás ser de nadie más que sólo mío!

Volvió a verlo dándose cuenta que no lo veía, su mirada estaba perdida en alguna parte del cielo.

–¡Maldita sea, MÍRAME! –grito tomando al ojiazul de ambos brazos. Ban parpadeo y sus miradas se encontraron –, siempre miras a alguien que no sea yo... está vez ya jamás volverás a mirar a alguien. Por que te mataré y me mirarás sólo a mí –.

Sin poder contenerse lo empujó hacia la orilla, quería verlo sufrir, que sintiera lo que él seguía sintiendo…

Ban podía sentir el aire en su rostro, sabía que si daba más de tres pasos caería, pero esa ya no era su prioridad, si moriría se lo llevaría con él.

Todos dicen que cuando estás a punto de morir vez tu vida pasar en segundos, pero estaban equivocados, lo único en lo que pensaba era en todo lo que no pudo hacer con Ginji, en que le hubiera gustado verlo por última vez, en que había perdido tiempo valioso en tonterías. 

Takuma al ver que no reaccionaba se molestó, acercándose a Ban tomó el cuello de su camisa acercándolo a él.

–Al parecer no te importa morir –comento mirándolo a los ojos – veo que estoy en lo cierto. Tal vez quieres que vaya por Amano y lo mate frente a ti – comentó riéndose.

Van volteo a verlo, sintiendo como la rabia crecía dentro de él, estaba cansado de ser amenazado, sin pensar lo tomó del cuello, estrujando su ropa. 

–¡No te atrevas, porque no importa donde esté regreso y te haré pagar!

–¡Por qué te interesas tanto por el! – lo empujó, sintiendo los celos correr por sus venas, todos esos años no dejaba de pensar en él, quitaba a los impostores de su camino, y al final… lo odiaba.

Sabía que lo odiaba, sí, porque al menos así estaba presente en la vida de Midou, al menos así pensaba en él.

Pero al final, al final eso no era suficiente, lo quería todo de él, no dejaría que nadie más lo tuviera.

Puso sus manos sobre las del ojiazul empujándolo más hacia la orilla, su sonrisa se hizo más grande, al pensar en que nadie más vería a Midou, sólo él, por siempre.

–Esta vez me mirarás a mi, sólo a mí y siempre me recordarás. –Metió su mano al bolsillo de su gabardina, sacando el arma y apuntándole en el pecho. 

–No importa que hagas, yo jamás dejaré de pensar en él –sonrió mirando los ojos que más odiaba. –Lo amo… ¡Lo amo!

Podía ver cómo la furia se apoderaba de él, y eso hizo que se sintiera mejor, saber que lo torturaba le daba tiempo para pensar en como acabar con él.

Algo detrás de Takuma llamó su atención, miro disimuladamente hacia esa dirección y se encontró con los ojos de Ginji, pero eso era imposible, él ni siquiera estaba enterado de que estaba ahí.

Sin que se lo esperará sintió un fuerte dolor en el pecho y  una fuerza que lo jalaba hacia atrás haciendo que cayera…

*****

Ginji caminaba rápido agarrando su costado, aún le dolía si caminaba así, pero no podía evitarlo, no sabía a dónde se estaba llevando ese loco a Ban, y el pensar que le pasará algo no podía soportarlo.

Cuando estaba por alcanzarlos subieron a una camioneta, sintiendo como el alma se le estrujaba corrió haciendo que el dolor creciera, pero no importaba, si los alcanzaba valdría la pena, pero sólo vio como se alejaba el auto.

Levantó la mano parando a un taxi, y para su fortuna se detuvo uno, sin un saludo cordial le ordenó seguir a la camioneta que se veía a lo lejos, el chófer lo miro extrañado, pero no dijo más.

Al ver qué la camioneta se detenía frente a un edificio viejo, detuvo al conductor antes de que lo vieran, pago y al salir el dolor le recordó que seguía ahí, sólo que olvidado.

Tomó su costado y se acercó lentamente, al llegar a dónde habían entrado vio tablas sueltas, tubos regados por todos lados.
Subió por la desgastada escalera mirando a su alrededor. En todos los pisos que habían visto no había señales de ninguno de los dos, cuando llegó al último y empezaba a subir las escaleras que daban a la azotea escuchó la voz del psicópata, se detuvo sintiendo como su corazón se aceleraba, tragó saliva y armándose de valor siguió subiendo.

Podía escuchar la conversación, y su corazón brinco de alegría al saber que Ban pensaba en él, lo quería… en verdad lo quería.
Sin importarle el dolor corrió hasta llegar al último piso y su corazón se estrujó al ver la escena. Ban estaba en la orilla del edificio y frente a él tenía a su agresor, en un intento por llamar su atención brinco, haciendo que soltara un quejido de dolor, pero el ojiazul no volteaba.

Su mundo se detuvo de alegría y luego de terror al escuchar que Ban lo amaba, pero esa alegría se esfumo al escuchar el disparo.

Gritó y corrió hacia ellos, pero fue demasiado tarde, la fuerza del disparo empujó a Ban dejando un rastro de sangre.

Al llegar golpeó a Takuma, con toda su fuerza, en la cabeza, las costillas no importaba, sólo quería quitar todo el dolor, gritaba, le decía cuánto lo odiaba y a cambio sólo recibía risas.

*****
Hola~~~
Cómo les va? Decidí actualizar entre semana porque el fin no creo poder. Iré a un concierto y no tendré tiempo de actualizar, además de que me toca trabajar el sábado. X3
Espero que les haya gustado el capítulo~~~
Ya sólo unos 4 y termina!😍😍
Muchas gracias por seguir leyendo está historia!
Que tengan un lindo día ❤️❤️